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De ganar Daniel Scioli las elecciones presidenciales, el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, tendrá un rol central en ese hipotético nuevo gobierno, ya que pertenece a la mesa chica que brinda consejos al gobernador de Buenos Aires.
Entrelíneas, Marangoni plantea alternativas y soluciones a las situaciones económicas que para el kirchnerismo son tabúes, como el cepo al dólar, la inflación y la crisis en las economías regionales. Para todo, el funcionario bancario, al igual que su jefe político, busca una salida "moderada".
¿Cuál es su análisis sobre la crisis del campo y qué soluciones plantea?
Nosotros tomamos al complejo agroalimentario en su conjunto, respondiendo a las especificidades de cada área, sector y región. Lo dijimos siempre y además lo pusimos en vigencia en el ámbito de la provincia de Buenos Aires con los instrumentos que estuvieron a nuestro alcance. Hay que arrimar todas las herramientas financieras y crediticias para el sector. Después hay cuestiones que hacen a la competitividad, que tienen que ver con la infraestructura, el costo de logística, todo lo que refiere a cuestiones fiscales, impositivas y tributarias, que en algunas actividades impacta mucho más negativamente que en otras. A nosotros nos interesa el agregado de valor que pueda llegar a los mercados mundiales, porque tiene un correlato inmediato en la generación de divisas.
Justamente, uno de los principales reclamos de los productores locales es la falta de competitividad...
No hay una sola medida mágica. El tipo de cambio y la parte fiscal por sí solas no son la solución, esas cosas deben ser tomadas como un todo coherente y con una acción política coordinada. Debe haber mucho diálogo del Estado con los actores involucrados. También un concurso del sector público y privado para analizar la cuestión interna y para resolver el tema de mercados de afuera y después, por supuesto, acciones e ideas del Estado en materia de infraestructura, en materia fiscal, crediticia y de promoción.
¿Y qué análisis realiza de la política agropecuaria del Gobierno nacional?
Cada época tiene sus desafíos, durante muchos años se permitió merced a lo que fue un tipo de cambio competitivo, superávit fiscal y comercial generar condiciones para que el sector en su conjunto pasara de 50 millones de toneladas de granos a 110, pero ahora vienen otros desafíos que están más vinculados con la competitividad y la productividad. Lo que valió para años atrás ahora a lo mejor ya necesita de un enfoque diferente. Lo que uno no puede es quedarse en una cuestión de descripción o de queja.
En cuanto a la industria, ¿se puede lograr una descentralización del desarrollo productivo en el país?
Para que la descentralización se dé hay que hacer una cosa fundamental, que es invertir en infraestructura. Para que la gente se arraigue en su lugar de origen necesitás garantizarle empleo, servicios e infraestructura. El tema de la descentralización en el enfoque federal es fundamental. La reorganización territorial funcional, como se aplica en los parques industriales modelos, es un ejemplo que hay que multiplicarlo en todo el país, acercando las producciones a los puertos. Para la región del NOA, facilitar la salida al Pacífico y también al Atlántico con menores costos de transporte. El transporte hoy llega a ser entre el 30 y el 40% de los costos del productor, y esto es realmente un piquete sobre la posibilidad de expansión productiva.
¿Qué propuestas se barajan para reducir la inflación?
En épocas de campaña muchos suelen decir lo que presumen que otros quieren escuchar, pero nosotros decimos lo que hicimos. En una provincia que cuando llegamos había un déficit importante la llevamos al equilibrio presupuestario, que son políticas a la que hay que acudir gradualmente y respetando el principio de equidad, es decir poniendo tributos sobre aquellos que podían pagar. No podés descargar el precio de la búsqueda del equilibrio fiscal en aquellos sectores vulnerables o más expuestos socialmente. Hay que consolidar los pilares originales de este modelo, que tenían que ver con el superávit primario y comercial. Esas son políticas macroeconómicas que hay que articularlas con mucho consenso, no solo en el Congreso sino también con el movimiento obrero y el empresariado.
Con el tema del cepo al dólar, ¿cuál es el plan?
Ya vivimos en la Argentina, y no tan alejado en el tiempo, esquemas donde se devaluaba y al poco tiempo la inflación te comía la devaluación. En cuanto se tomen medidas orientadas al equilibrio fiscal y haya una acción decidida de cerrar definitivamente todo lo pendiente con el frente externo, habrá un marco más adecuado para encarar cualquier tipo de temas, entre ellos lo vinculado con lo cambiario.
Entonces, buscarían retirar el cepo al dólar...
Nosotros preferimos hablar de administración de divisas y reservas, que en un contexto de mayor confianza, donde se aborden cuestiones integrales y con acciones en el marco de la política internacional, van a ayudar a enfrentar el tema de la administración de las reservas sin tanto estrés.
Distintos analistas económicos anticipan que cualquiera sea el próximo presidente va a tener dificultades para estabilizar la economía del país.
Todo presidente tiene desafíos que resolver y a nosotros eso no nos preocupa en absoluto. Además, creo que la Argentina está en un momento de transición política hacia un nuevo gobierno que, comparada con las anteriores, es mucho mejor y no tiene las características traumáticas o de crisis que hubo en otras circunstancias.
¿Avizoran un panorama complicado?
Las cuestiones que tiene que resolver la Argentina son de mucho menor relevancia que las que se tenían que resolver en el pasado, afortunadamente no nos vamos a encontrar con una situación hiperinflacionaria, de hiperdesocupación ni de colapso económico. Queremos llevar a la Argentina al índice de inflación de un dígito y los vamos a hacer prudencialmente. Queremos que las economías regionales tengan más competitividad y vamos a tener que hacer un fuerte esfuerzo para que con el crédito virtuoso mejore la infraestructura, pero lo vamos hacer desde una plataforma de tranquilidad que gobiernos anteriores no tuvieron.
¿Comparte los números que brinda el Indec?
No creo que se trate de que yo individualmente lo comparta o no. Hay que contribuir con un marco de confianza para que aquellos que tienen dudas dejen de tenerlas con respecto a las estadísticas nacionales. Vamos a escuchar a todos los que tengan propuestas serias metodológicas.
¿Scioli gana en primera vuelta?
Somos optimistas, pero tampoco hay que gastar a cuenta, hay que respetar a la gente. Ganás el día que se hacen las elecciones, ni un día antes ni uno después, porque lo contrario sería subestimar al electorado. Vamos a trabajar para tratar de ganar en primera vuelta, pero eso lo va a decidir la gente.
Entrelíneas, Marangoni plantea alternativas y soluciones a las situaciones económicas que para el kirchnerismo son tabúes, como el cepo al dólar, la inflación y la crisis en las economías regionales. Para todo, el funcionario bancario, al igual que su jefe político, busca una salida "moderada".
¿Cuál es su análisis sobre la crisis del campo y qué soluciones plantea?
Nosotros tomamos al complejo agroalimentario en su conjunto, respondiendo a las especificidades de cada área, sector y región. Lo dijimos siempre y además lo pusimos en vigencia en el ámbito de la provincia de Buenos Aires con los instrumentos que estuvieron a nuestro alcance. Hay que arrimar todas las herramientas financieras y crediticias para el sector. Después hay cuestiones que hacen a la competitividad, que tienen que ver con la infraestructura, el costo de logística, todo lo que refiere a cuestiones fiscales, impositivas y tributarias, que en algunas actividades impacta mucho más negativamente que en otras. A nosotros nos interesa el agregado de valor que pueda llegar a los mercados mundiales, porque tiene un correlato inmediato en la generación de divisas.
Justamente, uno de los principales reclamos de los productores locales es la falta de competitividad...
No hay una sola medida mágica. El tipo de cambio y la parte fiscal por sí solas no son la solución, esas cosas deben ser tomadas como un todo coherente y con una acción política coordinada. Debe haber mucho diálogo del Estado con los actores involucrados. También un concurso del sector público y privado para analizar la cuestión interna y para resolver el tema de mercados de afuera y después, por supuesto, acciones e ideas del Estado en materia de infraestructura, en materia fiscal, crediticia y de promoción.
¿Y qué análisis realiza de la política agropecuaria del Gobierno nacional?
Cada época tiene sus desafíos, durante muchos años se permitió merced a lo que fue un tipo de cambio competitivo, superávit fiscal y comercial generar condiciones para que el sector en su conjunto pasara de 50 millones de toneladas de granos a 110, pero ahora vienen otros desafíos que están más vinculados con la competitividad y la productividad. Lo que valió para años atrás ahora a lo mejor ya necesita de un enfoque diferente. Lo que uno no puede es quedarse en una cuestión de descripción o de queja.
En cuanto a la industria, ¿se puede lograr una descentralización del desarrollo productivo en el país?
Para que la descentralización se dé hay que hacer una cosa fundamental, que es invertir en infraestructura. Para que la gente se arraigue en su lugar de origen necesitás garantizarle empleo, servicios e infraestructura. El tema de la descentralización en el enfoque federal es fundamental. La reorganización territorial funcional, como se aplica en los parques industriales modelos, es un ejemplo que hay que multiplicarlo en todo el país, acercando las producciones a los puertos. Para la región del NOA, facilitar la salida al Pacífico y también al Atlántico con menores costos de transporte. El transporte hoy llega a ser entre el 30 y el 40% de los costos del productor, y esto es realmente un piquete sobre la posibilidad de expansión productiva.
¿Qué propuestas se barajan para reducir la inflación?
En épocas de campaña muchos suelen decir lo que presumen que otros quieren escuchar, pero nosotros decimos lo que hicimos. En una provincia que cuando llegamos había un déficit importante la llevamos al equilibrio presupuestario, que son políticas a la que hay que acudir gradualmente y respetando el principio de equidad, es decir poniendo tributos sobre aquellos que podían pagar. No podés descargar el precio de la búsqueda del equilibrio fiscal en aquellos sectores vulnerables o más expuestos socialmente. Hay que consolidar los pilares originales de este modelo, que tenían que ver con el superávit primario y comercial. Esas son políticas macroeconómicas que hay que articularlas con mucho consenso, no solo en el Congreso sino también con el movimiento obrero y el empresariado.
Con el tema del cepo al dólar, ¿cuál es el plan?
Ya vivimos en la Argentina, y no tan alejado en el tiempo, esquemas donde se devaluaba y al poco tiempo la inflación te comía la devaluación. En cuanto se tomen medidas orientadas al equilibrio fiscal y haya una acción decidida de cerrar definitivamente todo lo pendiente con el frente externo, habrá un marco más adecuado para encarar cualquier tipo de temas, entre ellos lo vinculado con lo cambiario.
Entonces, buscarían retirar el cepo al dólar...
Nosotros preferimos hablar de administración de divisas y reservas, que en un contexto de mayor confianza, donde se aborden cuestiones integrales y con acciones en el marco de la política internacional, van a ayudar a enfrentar el tema de la administración de las reservas sin tanto estrés.
Distintos analistas económicos anticipan que cualquiera sea el próximo presidente va a tener dificultades para estabilizar la economía del país.
Todo presidente tiene desafíos que resolver y a nosotros eso no nos preocupa en absoluto. Además, creo que la Argentina está en un momento de transición política hacia un nuevo gobierno que, comparada con las anteriores, es mucho mejor y no tiene las características traumáticas o de crisis que hubo en otras circunstancias.
¿Avizoran un panorama complicado?
Las cuestiones que tiene que resolver la Argentina son de mucho menor relevancia que las que se tenían que resolver en el pasado, afortunadamente no nos vamos a encontrar con una situación hiperinflacionaria, de hiperdesocupación ni de colapso económico. Queremos llevar a la Argentina al índice de inflación de un dígito y los vamos a hacer prudencialmente. Queremos que las economías regionales tengan más competitividad y vamos a tener que hacer un fuerte esfuerzo para que con el crédito virtuoso mejore la infraestructura, pero lo vamos hacer desde una plataforma de tranquilidad que gobiernos anteriores no tuvieron.
¿Comparte los números que brinda el Indec?
No creo que se trate de que yo individualmente lo comparta o no. Hay que contribuir con un marco de confianza para que aquellos que tienen dudas dejen de tenerlas con respecto a las estadísticas nacionales. Vamos a escuchar a todos los que tengan propuestas serias metodológicas.
¿Scioli gana en primera vuelta?
Somos optimistas, pero tampoco hay que gastar a cuenta, hay que respetar a la gente. Ganás el día que se hacen las elecciones, ni un día antes ni uno después, porque lo contrario sería subestimar al electorado. Vamos a trabajar para tratar de ganar en primera vuelta, pero eso lo va a decidir la gente.
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