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Entre las esquinas de Las Araucarias y la avenida Bicentenario, sobre la calles Juan B. Justo, los vecinos deben conducir a menos de 20 km por hora, mientras que quienes circulan en bicicleta o caminando no pueden dejar de cuidar cada paso que dan. Es que la calle Justo es un fila de baches.
Yamile atiende un kiosco en la esquina de Juan B. Justo y Las Araucarias y fue quien le contó a El Tribuno los reclamos de los vecinos de la zona. "Yo no vivo aquí pero vengo a trabajar y los reclamos de los vecinos son una constante. En esta esquina confluyen dos calles más y tenemos cerca una clínica, por lo que hay mucho tránsito. Los vecinos no pueden cruzar la calles por la cantidad de vehículos que circulan y a la velocidad con la que entran a la avenida. Lo feo es que de golpe se ven en una calle llena de pozos y por esquivarlos terminan chocando a los peatones", destacó Yamile.
Sobre Juan B. Justo al 200 se ubica una escuela. Por estos días la actividad es nula porque no hay clases pero todo cambia cuando se reabren las aulas. "No ocurre una desgracia no sé por qué. Mire la calle, es un pozo al lado del otro y los vehículos por esquivar no ven a los chicos que salen como animalitos de la escuela. Corren de un lado al otro. Imagínese cuando llueve. Los pozos se llenan de agua y no se ven, por lo que los autos quedan estancados, y algunos hasta rotos. Andar en colectivo es como subirse a una licuadora", aseguró Alicia, una vecina de 70 que pasó gran parte de su vida en este barrio. Alicia aseguró que los arreglos que se hacen no duran nada. "Son un parche sobre otro, que con la primera lluvia se van y todo vuelve a lo de siempre o peor", contó, señalando desde la puerta de su casa la calle sobre la que se levanta un bordo sobre otro. La escena se repite para coronarse con una plaza abandonada.