La facturación del consumo en supermercados creció 21,2 por ciento en agosto y 12,6 por ciento en shoppings, muy por debajo de la inflación. Ambas variaciones, comparadas con el mismo período del 2015, fueron las más bajas del año, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En los primeros ocho meses del año las ventas en centros de compra aumentaron 25 por ciento, y en supermercados 26,8 por ciento a precios corrientes, poco menos de la mitad de la inflación del 43 por ciento registrada en ese mismo período.
En agosto, las ventas en supermercados totalizaron 24.232 millones de pesos, creciendo un 21,2 por ciento a precios corrientes, es decir incorporando el aumento de precios.
En centros de compras las ventas llegaron a 4.252 millones de pesos, con un incremento del 12,6 por ciento, también considerando el impacto inflacionario.
En los primeros ocho meses del año la comercialización en los supermercados alcanzó a los 182.400 millones de pesos, con una suba del 26,8 por ciento en forma interanual.
En el mismo período las ventas en los centros de compras alcanzan a 32,7 mil millones de pesos con un aumento del 25 por ciento respecto del mismo período enero-agosto del año anterior.
Las cifras corresponden a las ventas realizadas en 61 supermercados de todo el país y en 37 centros de compras (shoppings) en el Gran Buenos Aires.
Los rubros con mayor incremento de ventas en los centros de compra fueron juguetería, 33,6 por ciento; ropa y accesorios deportivos, 33,3 por ciento; patio de comidas, 26,0 por ciento, y perfumería y farmacia, 24,3 por ciento.
En los shoppings, los artículos con mayores ventas en agosto fueron ropa y accesorios deportivos (38,8 por ciento), perfumería y farmacia (30,1 por ciento), patio de comidas (28,7 por ciento) y jugueterías (26,1 por ciento).
Septiembre
Desde otra medición, las perspectivas para septiembre no fueron más favorables. La consultora privada CCR registró el mes pasado una merma del 8,8 por ciento en el consumo general de los comercios contra el mismo mes del año anterior.
La caída es la más importante de los últimos años y la perspectiva de corto plazo tampoco es favorable: en la medición de los seis primeros días de octubre la baja es aún mayor si se compara con los números del 2015.
Si bien aún las cifras no están desagregadas por sectores, hay otro dato que es relevante para analizar la coyuntura económica y el comportamiento del consumidor: en septiembre no sólo cayeron casi un 9 por ciento las ventas generales, sino que, además, se vendieron unidades de menor valor.
En otras palabras, el público que compró se volcó a las segundas y terceras marcas y las empresas no pudieron compensar pérdidas con precios más bajos.
Las mismas fuentes explicaron que esta tendencia "muy probablemente continué hasta octubre inclusive".
En tanto, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) las ventas minoristas retrocedieron un 7,7 por ciento en septiembre y anotaron su novena caída consecutiva. Se trató de "una tendencia que comenzó a principios de año y no muestra por ahora señales de cambio", indicó el informe de la entidad.
Con respecto al impacto que tendrá en el consumo el alivio del impuesto a las ganancias en los aguinaldos y el bono para los jubilados y beneficiarios de planes sociales, los analistas son cautos.