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Como anillo al dedo llega de pronto la noticia sobre el agrandamiento de nuestra geografía submarina. Todos los medios empalagan con un ficticio "empacho soberano". Nos aturden con la cantidad de millas que extendió la Argentina en la plataforma continental, llegando a informar con "peligrosa ingenuidad", que por ello el Imperio Británico se vería cercado ante el éxito de nuestra cancillería for export! Todo, plagado de inexactitudes. El 11 de marzo de 2016 la Convemar -Comisión de la ONU- emitió un dictamen que le es propio en su análisis de subcomisiones sobre todos los países que solicitan su opinión para demostrar, o no, que poseen continuidad marítima en sus costas. Emitió dictamen sobre Argentina e Islandia. Se encuentran en estudio 118 países sobre la misma problemática. No fue para nada un acto aislado sobre una cuestión argentina. Estudiosos del tema como Julio González, Mario Cafiero, Javier Llorens, Adrián Salbuchi, Víctor Vital a través de El Malvinense, presentan la realidad en otros términos a la que se nos pretende hacer conocer: la ampliación de la zona económica en cuestión es la que permite al Estado poseedor solamente el derecho a la exploración y explotación de los recursos vivos y no vivos. No se inmiscuye en temas de soberanía. Nos dice El Malvinense: Argentina desde que ingresó a la Convemar en 1994 solo posee 12 millas de soberanía nacional. Desde la milla 12 en adelante solo posee algunos derechos soberanos expresamente delimitados en la Convención del Mar de la ONU. Argentina hasta 1994, poseía soberanía plena de 200 millas alrededor de sus costas sin restricción alguna. A partir de la firma de los Acuerdos de Madrid del 15 de febrero de 1990 y Tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990, entre muchas cosas se impuso lo que se denominó: "el paraguas de soberanía" lo que significa que todo diálogo o discusión es válido y accesible en la medida que la palabra "soberanía argentina" sea la permanente ausente. Tan es así que en el dictamen de esta Comisión el reclamo por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur no fue objeto de análisis. La Comisión analizadora no resuelve controversias entre estados, solamente se centra en presentaciones referidas a la extensión marina en la medida que el estado solicitante logre demostrar que posee continuidad marina desde sus costas. El tema de la Antártida tampoco fue objeto de análisis "por propio pedido de los funcionarios argentinos ante diversas objeciones".
Es decir que ante una "superposición de límites por un claro problema de soberanía anterior a la presentación por las 350 millas, la Comisión no puede dar solución y ello debe resolverse por intermedio de los diferentes órganos de la ONU. Por ello, la cuestión con el Imperio Británico quedó congelada dentro del paraguas de soberanía, aclarando que existe un reclamo soberano para ese sector del Atlántico que debe resolverse por la vía pertinente"
En síntesis: la comisión reiteró las instrucciones a la subcomisión emisora del dictamen para que, de conformidad con el Reglamento, no examine ni califique las partes de la presentación que eran objeto de controversias y tampoco examinase ni calificase la parte de la presentación que se refiriera a la plataforma continental perteneciente a la Antártida.
David Cameron remacha: "Son dictámenes no vinculantes", que favorecen a la tierra de la reina Isabel en el sur americano.