Un inesperado giro dio ayer la investigación por la desaparición de Marianela Gracionis al compilar el fiscal de Salvador Mazza, Armando Cazón, la totalidad de las cartas que dejó un joven que se quitó la vida en el puente ferroviario internacional, días después de la desaparición de la joven.
El fiscal Cazón, en diálogo con El Tribuno, aseguró que judicialmente el caso estaría resuelto: "Las misivas que el malogrado Juan Arraya dejó antes de suicidarse a sus familiares en Bolivia lo incriminan sin lugar a dudas con la desaparición forzada de la joven. Todos los caminos apuntan a que este joven, cargado de culpas y de presiones foráneas, decidió quitarse la vida".
El fiscal dejó entrever que en la desaparición de Marianela no estuvo solo. "Esa línea estamos investigando, la conexión local y la ayuda que del vecino país recibió para llevarse a Marianela al otro lado de la frontera", afirmó.
Al preguntársele por qué se piensa que la joven está en algún lugar de Bolivia deslizó: "Las últimas llamadas o mensajes salidos de su celular impactaron primero en antenas de Bolivia y eso da la pauta de que en la madrugada misma del día que desapareció alguien la hizo cruzar la frontera".
El fiscal dijo que citó al padrastro de Juan Arraya y al fiscal de Yacuiba para cerrar prácticamente la primera fase de la investigación. Cazón dijo que ya no hay dudas de la participación del fallecido Arraya y dijo que "en una de las cartas escribió: 'Me obligaron a punta de pistola a tocarla por todo el cuerpo', esas pequeñas anotaciones abrieron un sinfín de líneas investigativas que estamos siguiendo y por eso me animo a pensar que la joven podría estar con vida, con algún grado de certeza, en la vecina República de Bolivia", afirmó.
Luego, para graficar la situación de la investigación, el fiscal dijo: "Esta noche -por ayer- sabremos a ciencia cierta lo que dicen o saben los familiares directos de Arraya y lo que investigó por cuerda separada el fiscal de Yacuiba".
Al ser preguntado acerca de la participación de terceras personas en el delito, sea cual fuere, aseguró: "No me cabe la menor duda de que hubo varias personas en el asunto. Es imposible trasladar a una mujer la cantidad de kilómetros que hay que transitar para llegar al vecino país. Eso nos lleva a pensar que hubo personas que ayudaron a la consumación del delito y poco después a plantar pruebas para confundir a la opinión pública y a la investigación que está encaminada hacia el esclarecimiento de los hechos".
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