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La ola de críticas que recibió en esta semana la postulación de Robbio Saravia debido a las cuatro denuncias por violencia familiar que pesan en su contra y los detalles de esas agresiones que empezaron a circular fueron determinantes para frustrar su nombramiento como juez. Por la misma situación había tenido que renunciar, el 28 febrero de 2015, como secretario Legal y Técnico de la Provincia. Antes de esa fecha, el 19 y 23 de febrero, su exesposa lo denunció por amenazas en la subcomisaría del barrio Grand Bourg. El 4 de marzo del mismo año y el 24 de noviembre otras dos presentaciones por violencia familiar son derivadas a la Asesoría de Incapaces Nº 4.
El viernes de la semana próxima vencía el plazo para las impugnaciones, pero hasta ayer no había ninguna. Gabriela Cerrano, senadora del Partido Obrero, el diputado de Salta Nos Une Carlos Zapata y la Comisión de Familiares contra la Impunidad tenían previsto hacerlo.
El Consejo de la Magistratura había informado al Colegio de Abogados y al Observatorio de Violencia contra las Mujeres que no se registraban antecedentes penales contra Robbio Saravia. En reuniones oficiales con diputados y senadores, esta semana, el Observatorio planteó modificaciones en el proceso de selección de magistrados para que se tengan en cuenta antecedentes de violencia familiar. Pero no se puntualizó en Robbio Saravia, lo que molestó a agrupaciones de defensa a las mujeres.
Sin embargo, ayer por la mañana ambas instituciones tomaron conocimiento de la documentación que acredita las denuncias e imputaciones que, inexplicablemente, habían permanecido ocultas.
Ante esa evidencia, el gobernador Urtubey dejó de lado su preferencia inicial y reemplazo la postulación del exsecretario por la postulante con mejor puntaje.
Más razones
La idoneidad del exfuncionario para ocupar un cargo en la Justicia también se desmorona por otros hechos descalificatorios desde el punto de vista ético y profesional.En abril de 2013, fue uno de los allegados al poder a los que se les desadjudicaron viviendas del IPV en el barrio Lomas de Medeiros por incompatibilidades. El entonces secretario Legal y Técnico tenía declaradas una propiedad en San Lorenzo, otra en Pinamar y la tercera en el macrocentro de la capital salteña.
Su performance ante el tribunal evaluador del Consejo de la Magistratura fue muy pobre y, al no constar los antecedentes por violencia familiar, logró el último puesto en la terna. En la oportunidad, Robbio Saravia demostró su poca preparación para el puesto que buscaba. Sus respuestas dubitativas y erróneas en el examen oral del concurso quedaron expuestas en una grabación que obtuvo un periodista de FM Profesional.
Incluso, uno de los examinadores, Humberto Alejandro Catán Rivero, le dijo que estaba haciendo "cartón", es decir improvisaba una respuesta, ante una consulta sobre el principio judicial de razonabilidad. En otra parte de la prueba le recomendaron estudiar fallos claves sobre la tarea que quería desempeñar.
El fin de semana pasado, Robbio Saravia dio parte de enfermo y no se presentó a una cátedra sobre Abogacía Pública que debía dictar en un posgrado organizado por el Gobierno provincial.