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El juicio al cura Justo José Ilarraz, acusado por siete casos de corrupción y abuso de menores, que había sido suspendido a raíz de los problemas de salud de uno de los integrantes del jurado, finalmente se realizará el 9 y 27 de abril de 2018 en los tribunales de Paraná, informaron ayer fuentes judiciales.
Ilarraz está acusado de haber abusado de menores cuando ejerció como prefecto de disciplina en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, entre 1985 y 1993, establecimiento en el que eran pupilos niños de entre 10 y 14 años.
El juicio será el segundo que se sustancia a un religioso en Entre Ríos por abuso y corrupción de menores, ya que por la misma causa fue condenado este año a 25 años de prisión efectiva el cura Juan Diego Escobar Gaviria, de Nogoyá.
El 13 de septiembre de 2012, la revista "Análisis" publicó en su portada la historia de los abusos de Ilarraz, lo que permitió actuar de oficio a la Procuración General y sumar a los pocos días los primeros dos testimonios de sus víctimas.
El cura Ilarraz fue investigado en 1995 por el entonces arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic, y entre las pruebas contra el presbítero hay una carta del Vaticano que revela que en una confesión realizada en 1997 ante el Tribunal Eclesiástico reconoció los abusos y mostró arrepentimiento.
Siete expupilos declararon haber sido abusados por Ilarraz en el seminario de la capital de Entre Ríos, y en una misiva difundida en 2015 afirmaron que "muchos son los afectados que en el silencio de sus reclamos, sean por miedos propios o a semejantes, quieren y hacen fuerza para desenmascarar a esta criatura humana, corrompedora de almas de gente humilde, creyente, trabajadora".
Karlic reconoció por escrito ante la Justicia que el cura admitió los abusos y que en castigo decidió enviarlo a Roma para realizar estudios, pero ocultó el resultado de la investigación y lo mismo hicieron sus sucesores, Mario Maulión y Juan Puiggari.
Todas las pruebas y testimonios se guardaron en el archivo secreto de la curia y recién salieron a la luz en 2012, cuando la Justicia comenzó a tramitar la causa tras la denuncia periodística.
En abril de 2015 la sala penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Entre Ríos dictaminó que los delitos que se le imputan a Ilarraz no están prescriptos pero el defensor del cura, Juan Fornerón, acudió a la Corte Suprema de la Nación con un recurso extraordinario.