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27 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
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A Gimnasia y Tiro y a Juventud Antoniana los unió el espanto a perder

El Albo fue un poco más ambicioso que el Santo en el Gigante del Norte, aunque no le alcanzó para superar a los de la Lerma y San Luis. 
Miércoles, 29 de noviembre de 2017 12:30
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Una caída hubiese sido lapidaria para ambos. Hubiese golpeado a los dos por igual, y dejado mal herido tanto Gimnasia y Tiro como Juventud Antoniana, quizá por esa razón el clásico fue de tono aburrido, mal jugado, donde abundaron los pelotazos sin sentido, aunque el albo en ese pobre contexto futbolístico, fue un poco más que el santo. Al menos intentó llegar hasta Pave; todo lo contrario ocurrió con el santo, que apostó durante toda la noche a una pelota parada. A un cabezazo salvador. A un yerro defensivo para poder verle la cara a Leguiza.

Así planteadas las cosas desde el vamos, sobresalieron aquellos que se ponen el “overol” para recuperar la pelota o defender. Estos ganaron con creces sus duelos con los otros, con los que están capacitado para jugar, armar algo distinto, sorprender al rival. La pelota, su majestad, fue maltratada y muy pocas veces acariciada, mimada. 

Abundaron las faltas. Se cortaba el juego apenas alguien intentaba desequilibrar. El partido se hizo cortado, aburrido, monótono, y a medida que los minutos pasaban los dos se “enamoraban” más del empate. Al fin y al cabo la igualdad dejaba con vida a ambos de cara a las últimas tres fechas.

Gimnasia y Tiro propuso un poco más, fue algo más ambicioso que un Juventud Antoniana que dio la sensación que fue al Gigante del Norte a buscar el punto que finalmente se llevó, terminó siendo el clásico del miedo, del miedo a perder, del miedo a quedar con un pie y medio fuera de la zona campeonato, y así defraudaron a las más de 7 mil almas que armaron su propia fiesta, ante el poco contagio que llegaba desde adentro de la cancha.  Al albo y al santo los unió el espanto a perder, y cuando esto ocurre salen encuentros como el de anoche,a puro bostezo. , 

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