El último embarque, 3.000 kg de cocaína.
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El último embarque, 3.000 kg de cocaína.
Durante todo el verano de 2017, los pasos clandestinos del chaco salteño se vieron colmatados por ingreso de drogas a través de la inhóspita geografía.
Nuestro medio publicó las travesías de las narcomotocicletas que llevaban la carga a través de los montes y caminos vecinales.
La estación seca hizo imposible este peregrinar de narcotráfico, entonces los cielos del chaco fronterizo se llenaron de Cessna, el avión predilecto de los narcotraficantes.
Durante los meses de otoño y tras la salida de servicio por razones políticas del radar de General Mosconi, los cielos de Salta fueron vulnerados casi a diario y miles de kilos de cocaína llovieron sobre Salta, Chaco y Santiago del Estero.
El Tribuno informó de esa situación recorriendo palmo a palmo el chaco gualamba y mostrando una realidad que ya nos había superado. Sin radar, sin aviones de la República y con los cielos abiertos.
Pero el 5 de Julio tras la prédica feroz de nuestro matutino un monumental golpe al narcotráfico aplicó sobre el chaco santiagueño Gendarmería Nacional.
La fuerza llegó hasta un narcocampamento en un campo de la localidad santiagueña de Los Pirpintos, cerca del límite con la provincia, donde hallaron más de dos toneladas y media de cocaína acopiada lista para ser trasladada a los puertos de embarque.
La caída del ala santiagueña de un importante cartel del narcotráfico, con sede en el oriente boliviano-paraguayo, comenzó cerca de las 9 de la mañana cuando el radar terrestre ubicado en Formosa y no el de Salta, apagado, activó el alerta por varios y simultáneos vuelos furtivos que, según una fuente fidedigna, habían traspasado la línea de frontera en las últimas horas.
Un helicóptero perteneciente al escuadrón aéreo de Gendarmería logró avistar a la última de las naves cuando ya había descargado su valioso cargamento sobre un campo de maíz y un rastrojo de un campo abandonado hace ya mucho tiempo.
La fuente aseguró que hubo una intensa persecución aérea de la nave furtiva y un pedido para que descienda sobre territorio argentino, orden que el piloto desconoció y se adentró en la geografía del Chaco saltochaqueño.
La fuente aseguró que el avión no fue detectado al salir por lo que se presume que pudo haber aterrizado en territorio de nuestra provincia.
Se supo que el helicóptero de Gendarmería persiguió al avión hasta Taco Pozo, donde lo perdió de vista.
Sin embargo, en tierra el personal de Gendarmería logró detener a dos sujetos que habían recogido del rastrojo 400 kilos de cocaína.
Fue, sin duda, el mayor golpe al narcotráfico en la provincia de Santiago del Estero y la caída de los narcovuelos.
A partir de ese momento los vuelos por el chaco salteño mermaron significativamente pero no el ingreso de cocaína.
Una alta fuente de seguridad del norte salteño dijo entonces que el grueso de los embarques se estaban realizando de manera terrestre.
Solo en los últimos meses varias toneladas de drogas fueron secuestradas en las rutas y caminos del norte argentino.
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