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Belleza natural: la ayuda de las flores de Bach

Existen esencias florales que sirven para tratar las várices, las arrugas, las cicatrices y el acné.
Lunes, 20 de febrero de 2017 00:00
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Las terapias florales son una medicina vibracional en la que se emplean sustancias esenciales extraídas de diferentes flores, con métodos que respetan la naturaleza y las cualidades vitales de lo que esta ofrece y que cuando entran en contacto con otro ser vivo potencian en él las cualidades benéficas atribuidas a cada flor.

El concepto filosófico que les dio origen está basado en que no se trata el síntoma de la enfermedad en sí, sino a la persona de manera integral, con lo que es posible llegar a la causa real de la enfermedad. En 1976 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la terapia floral como sistema médico e incluso recomendó su uso terapéutico. Pero la belleza física también se puede nutrir, recuperar y potenciar a través de las flores de Bach.

En diálogo con El Tribuno, la terapeuta y capacitadora floral Cristina Simone, directora del Centro Terapéutico Floral (Mendoza 426), contó que quien lega a Occidente los remedios florales es el Dr. Edwar Bach (1886-

1936). Especialista en patología, bacteriología y homeopatía, para superar un diagnóstico lapidario de tres meses de vida, Bach comenzó a centrarse en la naturaleza, a captar la alta vibración de determinadas flores silvestres, árboles y arbustos y a observar que la energía de la planta estaba sintonizada en la flor. “Él desarrolló un sistema que contiene 38 flores que apuntan a 38 estados emocionales diferentes del ser humano como el miedo, la soledad, la indecisión, la inseguridad. Cuando estos defectos perduran en el tiempo terminan por afectar el cuerpo humano a través de una enfermedad”, detalló Cristina. En relación con la belleza, señaló que durante las clases de terapia floral hace participar a sus alumnos de la confección de cremas tanto terapéuticas como de belleza. Añadió que para conservar un rostro libre de arrugas, existe una esencia floral muy utilizada para la cosmética natural sin agregados químicos. Su nombre es Honeysuckle.

“Emocionalmente modifica la nostalgia que se siente por el tiempo pasado. No se está unido al flujo de la vida y la persona persevera para quedarse en el tiempo y el lugar equivocados, volviéndose incapaz para la acción”, definió.

Así, como “el espíritu ha quedado detenido en el pasado y el presente es donde se hacen los cambios de vía para el futuro, el alma ignora que uno de los más importantes principios de la vida es el cambio continuo que fluye en todo”. Añadió que muchas de estas personas se aferran a un ser querido que ya partió resistiéndose a todo nuevo vínculo, pero que también se estancan en una vestimenta que ya no es acorde con la edad, añoran la vieja casa paterna y no poder habituarse a un nuevo barrio y a nuevos vecinos, o se lamentan por oportunidades perdidas y esperanzas malogradas y que Honeysuckle devuelve a las personas al presente.
“En el aspecto físico esta esencia floral es una excelente cosmetóloga que desvanecelas arrugas de la piel. El rostro modifica los surcos dando paso a una piel más fresca sin vestigios del paso del tiempo, y es asombroso ver el resultado”, definió. 
Cris Simone dijo que suele complementarla con otras esencias florales coadyuvantes de la piel como las de Crab apple, que favorece las pieles con acné y la Olive que trata la piel fatigada, cansada y muy desgastada. También es buena para climas rigurosos por exceso de calor, frío o viento porque modifica la textura dérmica del rostro. Esto la torna especial para inviernos duros y viento Zonda. “Si hubiera alguna zona del rostro lastimada agrego star of Bethlehem. Este floral reúne partes de la piel que se han separado por cortes o lastimaduras. Realiza una costura sutil similar a la que la mano de un destacado cirujano plástico hace”, destacó. En el mismo espectro, el She oak es un floral destacado para mantener la humedad de la piel. 
Así como este grupo de flores trabajan el rostro, hay otras que funcionan en el resto del cuerpo. 
Dijo que si se trata de sostener la tonicidad de la piel, un floral que seguramente aporta turgencia es Hornbeam. Mientras que Mallow atiende las venillas y várices de las piernas. “La energía del manzano silvestre sirve para un buen masaje de drenado de líquidos del cuerpo ayudando al factor celulitis junto con Almond y Sunflower”, acotó. 
Luego comentó que para cicatrices que se esfuerzan por permanecer recordándonos la historia de lo sucedido en el cuerpo combina Slender rice flower y Bush iris. “Cada una aporta soluciones a dificultades en la parte física. Lo hace sin dañar y mientras hace su tarea de reparación va dejando información para sembrar salud natural en el cuerpo, en el hogar, en la vida. Solo así se alcanza la belleza máxima: la del alma”, concluyó.
 

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