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La Confederación General de los Trabajadores (CGT) se movilizará hoy para protestar en contra el desempleo y las políticas económicas del Gobierno de la Nación en Buenos Aires. Habrá un acto en el que, según se anticipó, se anunciará la convocatoria a un paro nacional.
Los gremios marcharán hacia la sede del Ministerio de Producción para demostrar su rechazo hacia los despidos y suspensiones y para reclamar al Gobierno medidas de protección hacia los trabajadores.
La dirección de la CGT evalúa, además, la fecha para la huelga general. "Hay una muy importante expectativa en todas las clases sociales, porque no solamente los trabajadores obreros sino los profesionales, afines, se sienten afectados por esa política, que lo único que hace es sacar poder adquisitivo", afirmó ayer Carlos Acuña, uno de los tres secretarios generales de la CGT, en una entrevista radial.
Desde la central sindical denuncian que hubo 120.000 despidos, según cálculos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, además de suspensiones laborales masivas en el último año por los cierres de fábricas ante la apertura progresiva del mercado a las importaciones.
Los referentes gremiales, además, no comparten las previsiones optimistas del Ejecutivo con respecto a la vuelta al crecimiento económico en 2017 y la mejora de los indicadores de inflación y desempleo.
Diálogo
Desde el Gobierno, sin embargo, piden diálogo y relacionan las protestas de los sindicatos con motivaciones electorales, en un año de comicios legislativos.
"Esta movilización tiene motivaciones políticas, porque las motivaciones que usan para justificarla son falsas. La lluvia de importaciones es absolutamente falsa", aseguró este fin de semana el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en declaraciones periodísticas.
"Cuando las cosas empiezan a mejorar, que haya una movilización y un corte de diálogo suena a que tiene que ver con el inicio de un año electoral. (...) El Gobierno y la CGT están embarcados en el mismo objetivo, la creación de empleo, que es el problema estructural de la Argentina... la falta de demanda de empleo de calidad", agregó.
Aunque no se hará huelga, la protesta afectará a sectores como el transporte, los puertos o la industria, por la adhesión de sus principales gremios.
La convocatoria se produce en medio de una huelga docente de 48 horas, que complica el inicio de las clases en numerosas provincias.
La movilización tiene el apoyo del kirchnerismo, el massismo, el socialismo, la izquierda, movimientos sociales y representantes de determinadas cámaras empresarias que rechazan la política económica. La marcha tendrá como oradores a los miembros del triunvirato de la CGT, según se conoció en los últimos días.
"No nos vamos a anticipar. Las centrales sindicales también tienen el derecho a la huelga. Sí hacemos el llamado de que podamos sentarnos en una mesa de trabajo", dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, consultado sobre la posibilidad de un paro.