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"La Policía de Santiago del Estero no halló rastros de mi hermano en la primera semana de búsqueda y allí se quedó clavado el expediente. Desde entonces no hubo movimientos bancarios, telefónicos o por las redes sociales de parte de mi hermano Javier Villoldo y solo un testigo asegura haberlo visto en una estación de servicio de La Banda, en Santiago del Estero", dijo Sergio Villoldo ayer a El Tribuno. Y agregó que es tan grave lo que está pasando que su madre tiene que costearse todos los viajes a distintos puntos de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, siguiendo pistas que aparecen de un día para el otro y se diluyen con el correr de las horas.
"Estamos mucho más que desesperados, ya que los hijos de mi hermano llaman a nuestra casa preguntando por él y no sabemos qué decirles ya. Lo llamativo de todo esto es el silencio de la familia que lo cobijaba en el barrio Misquimayu de La Banda, donde nunca fueron citados los padres de la pareja de Javier. Estoy seguro de que en esa casa pasó algo la noche que desapareció mi hermano y desde entonces un horrible pacto de silencio, un manto impune de maldad cayó sobre la vida de él", añadió.
La historia
El joven Javier Villoldo, radicado en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, desapareció misteriosamente la noche del viernes 3 de marzo después de discutir con su esposa y, supuestamente, abandonar su casa. Desde las 23 de ese día Javier dejó de comunicarse con todos sus familiares y conocidos, incluso con sus compañeros de trabajo. "Abandonó su empleo, su auto, su obra en construcción (su nueva casa) y su tarjeta de débito y lo peor, a su madre, a la que nunca dejó de enviarle mensajes y llamados. Eso ya es un mal presagio", dijo Sergio Villoldo, su hermano menor.
"En este tiempo hemos rastreado los cajeros, empresas de viajes, hospitales, policías, comisarías, alcaidías y todo lugar donde podría encontrarse, pero nada. Todo es silencio. Mi madre viajó a Tucumán y desde allí comenzó la búsqueda entre familiares de esa ciudad y poco después llegamos telefónicamente a todos los familiares de Santiago del Estero y nada de nada", dijo.
"Lo peor es que nos enteramos por terceros y no por la Policía de Santiago, que habría amenazas contra la familia que lo cobijó. Nos preguntamos en qué andaba mi hermano que nadie, ni la Justicia santiagueña ni su policía ni la familia donde residía quieren dar explicaciones de lo que realmente pasó. Es lamentable que solo sean los medios de comunicación los que busquen a los desaparecidos en este país, es lamentable", agregó.