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La ciudad de Orán amaneció ayer con un clima enrarecido por diversas versiones sobre una multitudinaria protesta de los bagayeros. Ya en la mañana dos cortes obligaron a cientos de automovilistas a ingresar o salir a la ciudad por caminos privados. En la tarde se endureció la protesta y la ruta 50 y otros accesos quedaron cerrados al tránsito. Hasta la medianoche la situación persistía pero el clima de una protesta sin solución de tiempo es lo que se avizora.
Los principales referentes de los 5.000 bagayeros, más sus familias, atacaron sin piedad al "perverso sistema pergeñado que nos despojó de fuentes laborales e incluso de herramientas, sistema que viene - según los referentes- desde Buenos Aires". Convencidos de su razón y la lucha que ya emprendieron en pos de sus intereses, no bajarán la guardia por nada. "Aquí si tiene que haber sangre, correrá sangre mi viejo, de hambre no nos vamos a morir", expresó anoche uno de los bagayeros en diálogo exclusivo con El Tribuno, mientras mantenían el corte en la ruta nacional 20.
El reclamo gira en torno a quedar privados de sus recursos y de la única fuente laboral que tienen. "Vamos a luchar por nuestras familias y por el salario que nos dio vida durante los últimos 30 años", señalaron otros compañeros del corte en plena noche sobre el asfalto. Además, sostuvieron que la violencia no podía quedar de lado porque la propia Gendarmería "ya nos reprimió en más de una oportunidad".
"Somos trabajadores. Luchamos ahora por quienes nos contratan día a día. ¿Qué hace el Gobierno? ¿Qué nos dieron en 30 años? Solo miseria y esclavitud", siguieron expresándose los bagayeros. En relación a lo que ganan económicamente trabajando como bagayeros, otro de los referentes del grupo entrevistado por este medio, expresó: "Hoy para ganar lo que hacemos en un día con esto, debemos trabajar en una finca tres días sin comer y en condiciones de esclavitud. No es justo", reclamo que se contrapuso a las cientos de personas que quedaron atrapadas en el corte.
Tras ser consultados por el tiempo de resistencia que expondrán frente a la dramática situación, los hombres no dudaron: "Dos o tres días vamos a poder aguantar con nuestras familias, esto va a reventar porque si esto se para se paraliza todo, volveremos al laburo esclavo como antes. Los jóvenes prácticamente no tienen posibilidades de hacer otra cosas".
Respecto a la situación de muchos de los jóvenes involucrados en el trabajo de bagayeros, la gran mayoría, los más grandes y líderes de la imponente movilización apuntaron que muchos de los adolescentes y jóvenes "dejaron de robar, en vez de hacer eso trabajan con esto. Por supuesto que todavía hay chicos que siguen en esa, pero muchos se metieron en esto porque ven plata y una fuente laboral, muchos se levantaron. Somos gente que como estos chicos ahora, nosotros también lo hicimos, trabajamos en esto desde toda la vida".
Luchan por sus patrones
Los hombres incrustados en el corte señalan estar luchando también por sus patrones, quienes en las últimas semanas perdieron millones de pesos a raíz de distintos operativos donde secuestraron la mercadería que los bagayeros debían distribuir. Aseguran que es un plan nacional para esclavizarlos nuevamente en las fincas. Piden que el Gobierno expropie tierras para instalar fábricas generadoras de empleo. "Por qué no agarran y expropian tierras del ingenio y ponen dos o tres fábricas, capaciten a la gente para meterla ahí si le quieren quitar esto. Pero qué pasa, el Gobierno no va a gastar plata en eso, encima que no quieren gastar plata en eso nos quieren quitar nuestra única fuente laboral".
Aunque parezca increíble, bagayeros y gendarmes compartieron ayer la ruta 50 y otros acceso del norte provincial en total cordialidad. Es más, los oficiales de Gendarmería pedían permiso a los manifestantes para hacer pasar vehículos con personas en problemas, o rodados que mantenían niños y estaban llegando a Orán. Llamó la atención también la cantidad de bagayeros jóvenes quienes aseguran no tener otro futuro.
"La Nación nos abandonó, encima ahora nos quieren quitar nuestro trabajo. Si es necesario en Orán va a arder, a lo sumo tres días vamos a resistir aquí, eso sumado a la crisis en la cadena de pago minoritaria, se hará sentir y mucho. Si tiene que arder así será, vamos a defender el salario que nos ganamos con el lomo", volvieron a repetir algunos bagayeros respecto a la posición que sostienen en medio de la ruta, en el acceso a Orán.