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Jeremy Meeks fue fotografiado nuevamente junto a la heredera de la marca de ropa Topshop, esta vez luego de irse de compras a Xiv Kabats Ltd., una joyería elegante en Beverly Hills, de donde salieron con un total de cuatro bolsas.
A la salida, ambos se subieron a su lujoso automóvil, un Corvette negro.
El jueves, el exprisionero declaró legalmente la separación de su esposa, Melissa, con quién tuvo a Jeremy Jr., su hijo de siete años de edad. Estuvieron casados por ocho años, incluso durante su tiempo en la cárcel.
Melissa le pidió el divorcio tras descubrir las fotografías que lo capturaron besándose con la heredera de la multinacional británica a bordo de un lujoso yate en Turquía mientras él se encontraba “en un viaje de trabajo”.
De preso a millonario
Jeremy Meeks se volvió famoso cuando la policía de Stockton, California, publicó su foto en la página de Facebook de la institución, al ser detenido por posesión ilegal de armas y asociación con pandillas.
De inmediato, la foto del presidiario con sus ojos azules, sus labios gruesos y su piel oscura se hizo viral. Le llovieron propuestas de matrimonio y de noches maritales en la cárcel. Eso ocurrió en 2014.
En marzo de 2016, Meeks cumplió su condena y para junio ya tenía empleo en una agencia de modelos.
El 13 de febrero de este año debutó en la New York Fashion Week en el desfile de Philipp Plein (otoño-invierno 2017-2018). La vida ahora le sonríe.