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Claudio Víctor Segundo, el presunto femicida de la adolescente Brisa Goytea, rompió el silencio ayer en la Sala III del Tribunal de Juicio. Vestía una campera deportiva celeste y azul, jean y zapatillas naranja flúor nuevas. Decidido, sentado en el banquillo, contó ante los jueces María Gabriela González, Pablo Farah y Carolina Sanguedolce su versión del caso, pero no aceptó preguntas.
"Yo a Brisa la conocí un 20 no recuerdo de qué mes. Ella ya consumía (drogas) y yo también. Fuimos a su casa y su mamá me dio autorización. Brisa estuvo encerrada seis meses. Luego salió y consumíamos a espaldas de su mamá", expresó Claudio Segundo al inicio de su declaración.
"Empezaron las discusiones, los celos, las peleas. Nos separamos cuatro veces", añadió.
"Ella tomó la decisión de que nos fugáramos. Fuimos a Pichanal, a mi otro domicilio, pero su madre hizo una denuncia y pidió su búsqueda. Brisa no quería volver con su mamá porque la encerraba. Decía que no aguantaba. Quería ir con su papá pero a mí no me gustaba esa idea porque él es adicto a la base. He visto cosas que no me gustaban. No me gustaba esa onda. Se pipeaba", aseguró.
"Brisa decía que nos hagamos piola, que nos droguemos aparte. Así consumíamos. En la segunda fuga fuimos a La Silleta. Después volvimos con su papá. Anduvimos rebotando en hoteles. Su papá tenía pedido de captura. Me cansé y les dije "Yo me voy a casa'. Brisa me decía que no, que me iba a encontrar otra chabona. Éramos recelosos, peleábamos, discutíamos", sostuvo.
"Cuando estábamos juntos yo lo que podía le daba. Yo sabía que me engañaba y dejaba pasar. Si yo me drogaba más que ella, se enojaba", agregó.
Con relación a lo que ocurrió aquel 6 de diciembre de 2016, Segundo manifestó: "Ese día tomé muchas pastillas, fumé marihuana y consumí cocaína. Yo estaba drogado y no entendía. Estábamos reenamorados. Si estábamos separados nos extrañábamos".
"El día del hecho me drogué, le mandé audios, mensajes. Yo estaba drogado. Me enteré por las noticias todo. Le pido disculpas a su familia. Sé que están destruidos. A Brisa la extraño mucho. Tuve pesadillas. Me apareció. La vi en sombras. Estoy haciendo tratamiento. No recuerdo nada más. Le pido mil disculpas a su familia", finalizó.
Un consejo
Antes de la declaración del imputado, se escucharon los últimos testimonios. Uno de ellos fue el de Anahí Guaymás, amiga de él y quien dialogó con la hermana menor del acusado, tras el femicidio. "Vi su estado en Facebook y le pregunté qué pasaba. Ana respondió por mensaje privado que creía que Claudio la había matado a Brisa. El estado decía: "Yo no puedo seguir con esta mentira. Si digo algo le hará algo malo a mi papá'", manifestó Guaymás.
"Le pregunté cómo pero me contestó que no podía hablar. Fue a las 15.30", añadió.
"El fin de semana anterior, en la casa de Dayra Falcón tomamos vino. Claudio estaba empastillado. Él se sentía enojado. Contó que el padre de Brisa se la había llevado a su casa y que él no quería porque ella se iba a drogar y salir de joda, que su papá no la controlaba. Él creía que ella lo iba a engañar, dijo que la iba a matar. Yo le aconsejé que era al vicio, que no valía la pena y no me escuchó", aseguró.
"Él no es una mala persona. Le gustaba el deporte. Íbamos a boxeo. Sí se drogaba. Si no era pegamento era marihuana, base. Lo acompañé en andanzas, cosa que ya no hago. Era buen compañero", dijo.
"La relación con Brisa era enfermiza. Los aconsejé que se tenían que respetar, que no se levantaran la mano. A Brisa la vi moreteada y a él rasguñado", culminó.
Características perversas
“Siento que las leyes deben cambiar. Los hombres están matando muchas mujeres. Esto es como una enfermedad. ‘Si no sos mía, te mato’, ese es el pensamiento que tienen los femicidas”, dijo con gran indignación a El Tribuno Elizabeth Muñoz, la madre de Brisa, tras escuchar la declaración de Claudio Segundo, imputado por el asesinato de la adolescente de 15 años.
Durante la audiencia, la médica forense María Lambrópulos exhibió fotografías de la autopsia al cuerpo de la chica para lo cual se desalojó el recinto. Además, declaró otra vecina del acusado, Dayra Falcón, quien expresó que “un sábado estábamos fuera de mi casa y él pasó y se quedó charlando. Le pregunté por Brisa y dijo que ella estaba con su papá. Él dijo que la iba a matar pero no me lo tomé en serio, pensé que lo decía por decir. Luego me enteré por la tele lo que había pasado”.
El bioquímico del CIF, Javier Llembler, explicó los estudios que realizó al imputado tras el crimen. Según los resultados, Claudio Segundo había consumido cocaína, marihuana y benzodiazepina, en un lapso de hasta tres días antes.
Otro testimonio fue el del psicólogo Darío Duce, quien expuso que el acusado evidenció “componentes agresivos compulsivos en relaciones sociales. En relación a la imagen femenina, establece una fusión, simbiosis, control. Al sentir que puede perder algo, emerge angustia y componentes agresivos. Reconoce la ley, pero la transgrede”.
Además, sostuvo que “posee una estructura neurótica con características perversas”.