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La tormenta comenzó a las 22 horas y se extendió casi en forma ininterrumpida hasta las 2.30 de la mañana por lo que el agua caída alcanzó los 180 milímetros. Pero afortunadamente algunas pocas familias aborígenes residentes en la zona este de Tartagal debieron ser evacuadas. Desde hacía por lo menos 5 años que no se registraba en la zona una tormenta de tanta intensidad; los 180 milímetros cayeron prácticamente entre las 22 horas del jueves y las 2 de la mañana de ayer. Pero la buena noticia es que a las 6 de la mañana las calles de Tartagal estaban prácticamente limpias, y que salvo la situación de esas cinco familias, la impresionante tormenta no tuvo ninguna otra consecuencia.
Una prueba de la naturaleza
Rolando Álvarez, director de Defensa Civil del municipio de Tartagal, explicó: "Afortunadamente pasamos lo que para nosotros es una prueba a la que nos somete la naturaleza, con la que no podemos jugar y con la que no sirven los discursos porque cuando en el norte llueve, es un tema muy serio; siempre tenemos presente lo que pasó en 2009, cuando se produzco el alud que nos trajo un resultado desastroso y es por eso que durante todo el año se trabaja para prevenir las consecuencias que una tormenta de tan solo un par de horas puede provocar en toda la ciudad".
Álvarez precisó que "afortunadamente y cuando la gente salió de sus casas a trabajar a las 7 de la mañana del viernes las calles estaban totalmente limpias porque la impresionante cantidad de agua había drenado por los canales correspondientes. Solo para dar un ejemplo, en la localidad de Sáenz Peña (Chaco) llovió menos que en Tartagal y todos hemos visto la terrible inundación que se produjo".
Álvarez comentó que "gracias a Dios los vecinos están entendiendo y ya no se arroja la basura a la calle cuando corre el agua porque esa actitud malogra cualquier trabajo que se haya hecho en forma previa como la limpieza de los canales de desages. Tenemos puesta nuestra atención en la avenida 25 de mayo porque es prácticamente un arroyo, pero todo el caudal de agua desembocó en la vera de la ruta nacional 34 y siguió por un arroyo que la lleva hasta diseminarse en forma natural en la zona este. No tuvimos que lamentar ninguna otra pérdida material, salvo un conductor imprudente que quiso atravesar una calle de Villa Saavedra y la correntada casi tira el auto al canal sudeste. Pero ahí estuvo trabajando Policía de la Provincia con el sistema de emergencias 911 y los bomberos, que hicieron un gran trabajo".
El río Tartagal
Otro de los temores de los tartagalense ante la impresionante cantidad de agua caída en tan poco tiempo era cómo podía comportarse el río Tartagal en caso de una tormenta de verano como la que se registró la madrugada de ayer; el río atraviesa prácticamente el ejido céntrico de Tartagal y por lo menos 5 barrios entre ellos la populosa Villa Saavedra . "Desde el año pasado le pedíamos a Provincia que repare las placas rotas del cauce del río Tartagal y afortunadamente con el aporte del municipio se hicieron los trabajos a tiempo. El río se comportó como estaba previsto, no hubo ningún inconveniente y si bien la correntada fue importante, no hubo ningún inconveniente para las familias ribereñas", remarcó el director de Defensa Civil.