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Después de 22 días de reclamos, pedidos y presentaciones formales, Telecom se dignó a cambiar un poste que había perdido peligrosamente la vertical en la primera cuadra de la calle 25 de Mayo, en la localidad de Cerrillos.
De nada sirvió mostrar en distintos medios de prensa el peligroso inclinamiento que mostraba el poste telefónico luego de la violenta tormenta de viento y granizo que azotó al pueblo la noche de Reyes, una jornada trágica por los accidentes en el pueblo.
Pese a todo, la empresa ni se inmutó e indolentemente dejó transcurrir 22 días para recién asomarse por Cerrillos a corregir los daños causados por aquella tormenta. A Telecom no le importó que en esos 22 días el poste inclinado haya hecho de "espada de Damocles" sobre la humanidad de los vecinos, cuyas vidas corrieron serios riesgos.
Para muchos, "resultó incomprensible que una empresa de la envergadura de Telecom se haya comportado con tamaña indolencia, poniendo en riesgo la seguridad de los vecinos, la mayoría, clientes de esa compañía". Sencillamente incomprensible. Suerte que es anécdota.