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A 24 años de la muerte de Ayrton Senna, continúa el misterio del trágico accidente

"Hace 24 años perdimos un icono de las carreras, campeón y amigo. Siempre recordado, para siempre en nuestros corazones. #SempreSenna". Con esta frase, McLaren recordó el trágico accidente en el Gran Premio de San Marino 1994.
Martes, 01 de mayo de 2018 08:47
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"Imola 1994 fue el peor fin de semana de la historia del automovilismo." Me lo dijo hace diez años el portugués Pedro Lamy, uno de los 25 pilotos que participó de aquel trágico Gran Premio de San Marino de Fórmula 1, el 1° de mayo de 1994; el 26° habilitado, el austríaco Roland Ratzenberger, había fallecido instantáneamente tras un brutal despiste en la clasificación. Con su Lotus, Lamy protagonistas del choque en la largada de aquel GP, seis vueltas antes del accidente que conmocionó al planeta. El que se cobró la vida de Ayrton Senna.

"Fue un período negro, el peor momento de mi vida -recordaba Lamy-. Yo tenía una relación con Ayrton, por el idioma. Yo creo que él murió instantáneamente en el accidente. Después de la carrera, todos nos decíamos 'está bastante mal', porque no queríamos aceptar lo que era evidente y nadie daba la noticia." Dos semanas después de aquel fin de semana de tragedia, Lamy se quebró ambas piernas en otro accidente, en Inglaterra, poniendo fin a su carrera competitiva en la Fórmula 1, según publicó La Nación.

El actual campeón mundial, Lewis Hamilton, nunca ocultó su simpatía por Senna ni las influencias en su estilo. "Era mi piloto favorito, cuando empecé a ver Fórmula 1 por televisión siempre estaba adelante ese coche rojo y blanco. Me puse muy mal cuando falleció, pero me siento muy bien corriendo y haciéndolo tan bien como él lo hacía".
Ese domingo en Imola, otro británico, Damon Hill era el compañero de Senna en la escudería Williams . Menos de un año después, vino a Buenos Aires a ganar el resucitado GP de la Argentina: rechazó mis preguntas sobre Senna y nunca habló sobre el caso salvo cuando declaró en la causa abierta en Italia por la muerte del brasileño.
Hill mantuvo su silencio durante dos décadas. En 2014, al cumplirse 20 años de la tragedia, escribió sus impresiones en el Times de Londres. Vale la pena repasar algunos de esos párrafos: "Antes de ese fin de semana yo era el piloto número dos de Williams, compañero del legendario Ayrton Senna. En la noche del domingo, el curso entero de mi vida había cambiado, no porque la fábrica del deporte había sido destruida tan violentamente como los dos accidentes que costaron dos vidas, pero más porque no tengo dudas de que yo no habría sido campeón del mundo si Ayrton no se hubiera matado en Imola."

Hill: "Yo era únicamente seis meses más joven que Ayrton (no tan joven: 33) pero, en términos de Fórmula 1, era un niño y ésa era mi segunda temporada. El, en cambio, era la Fórmula 1. Podía manejar como un dios. De hecho, era a Dios a quien le adjudicaba su genio, y había desarrollado un carácter casi mesiánico. Ayrton hablaba públicamente de su fe cristiana y de que estudiaba la Biblia, y sugería, de tanto en tanto, que se sentía guiado por una divinidad."

"En las pruebas de tanques llenos de aquella mañana, Ayrton fue el más rápido, un segundo más veloz que yo. Frank Williams tenía que estar orgulloso de su número uno, y a mí no me importaba admitir que tenía cosas que aprender. Pero después de la prueba fuimos a la reunión de pilotos. Ayrton estaba de buen humor tras su buena performance, pero tenía preocupación sobre el uso del 'safety-car', el auto de seguridad. Esos miedos serían proféticos."
"Ayrton se puso a vociferar, clamando que estaba mal concebido y que era peligroso por una razón específica: la temperatura de las gomas de un coche de F-1 es crítica en varios aspectos. Uno, porque sólo tienen agarre cuando están muy calientes; dos, porque la presión varía enormemente con la temperatura".

"En suma: si un coche de la F-1 tiene que seguir un auto de pasajeros, no viaja lo suficientemente rápido para mantener la temperatura de las cubiertas dentro de un deseado rango de temperatura y presión. Creo que esto fue un factor contribuyente en el accidente de Ayrton, ya que el 'safety-car' fue lanzado a la pista exactamente después de la largada, como él temía."

La conciencia de la muerte de Senna sigue sobrevolando la Fórmula 1, que admitió sin pudor que la tragedia había aumentado de manera morbosa el interés del gran público durante los años posteriores, un interés que se desdibujó en el nuevo siglo.

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