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Mauricio Gerónimo, considerado el último bastión del clan liderado por el boliviano Wilson Balderrama, fue detenido hace poco más de una semana en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde se había instalado con una falsa identidad tras haberse fugado en 2016. Era uno de los hombres más buscados por la Justicia del norte argentino, ayer fue imputado y en el traslado al edificio del Tribunal Federal de esta ciudad le dijo a Radio Salta "soy inocente". En una de las camionetas con vidrios polarizadas ingresó el narcoedil a los Tribunales Federales ubicados en la intersección de calles España y Deán Funes. Minutos más tarde el exconcejal acusado de narcotráfico entró al edificio con un chaleco antibalas, esposado y acompañado por tres gendarmes. Con la presencia del juez de la causa, Leonardo Bavio, el fiscal federal Ricardo Toranzos se preparaba para comenzar con la indagatoria. Sin embargo, el imputado no quiso declarar.
Gerónimo estuvo prófugo casi 3 años, tras ser puesto a disposición de la Justicia argentina, el norteño de ahora 35 años y técnico en economía estuvo solo dos meses como integrante del Concejo Deliberante de la localidad fronteriza.
En su momento, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había confirmado que Gerónimo era parte de la banda de narcotraficantes. "Viajaba en la camioneta que va delante del camión con la droga para utilizar su influencia política en algún control de Gendarmería sobre la ruta y tratar de evitar que sean requisados los vehículos", señaló.