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4 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Una salteña en estado de indigencia sufre violencia y suplica por ayuda

Su expareja la agrede. No tiene trabajo ni casa ni cómo alimentar a su pequeña hija.Además, M. padece cirrosis y no puede costear el tratamiento de la enfermedad.
Viernes, 30 de agosto de 2019 02:35
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La situación económica es cada vez peor para la mayoría de la gente, sueldos que no alcanzan, inflación por las nubes, ni hablar de enfermarse, lo cual es todo un lujo, tanto por los precios de los remedios como por sus faltantes.

Pero hay familias que la pasan mucho peor cuando ya perdieron todo: trabajo, hogar, alimentos y la tranquilidad.

M. es una de las mujeres que se encuentra desde hace mucho tiempo en una situación de vulnerabilidad absoluta.

Está enferma, tiene una pequeña a la que debe alimentar, no tiene un trabajo fijo y los golpes y maltratos de su expareja han marcado su vida.

La situación de M. se complica no tan solo por su delicada salud, cuyo tratamiento no tiene cómo costear, sino que además no tiene dónde vivir, ya que el lugar que se encontraba habitando es muy peligroso para ella y para su hija por la inseguridad reinante.

La vivienda de M. está ubicada en una zona muy peligrosa del populoso barrio Ramón Abdala.

 

Acudió a El Tribuno desesperada para contar su crítica situación, y para pedir ayuda.

"Hace tres años que no tengo trabajo, antes trabajé en la Municipalidad, pero me despidieron", aseguró.

Según dijo, nunca tuvo claro los motivos del despido ya que ella afirma que siempre fue responsable en su labor, y además trabaja desde niña.

Insultos y balas

Por otro lado, y lo que es más grave, la mujer también relató las numerosas ocasiones en las que fue agredida por su expareja, con quien tiene una hija de cuatro años.

"Uno de los motivos principales por el cual necesito salir de ese lugar en el que estoy es porque con mi hija no tenemos seguridad de ningún tipo. Mi expareja es un tipo violento, y cuando se alcoholiza viene a buscarme para insultarme a cualquier hora. Muchas veces fueron mis vecinos quienes me auxiliaron en momentos en que corría peligro", manifestó.

"Y cuando no me está molestando él, a pesar de que ya tiene otra pareja, los miedos siguen ya que en esta zona hay mucha delincuencia, y los tiros son moneda corriente, tengo terror de salir de mi casa y que me alcance una bala a mí o a mi hijita", dijo desesperada.

Pidió ayuda en la Municipalidad, en el área de Acción Social, en reiteradas oportunidades, y asegura que no tuvo respuesta ni ayuda. También acudió a Derechos Humanos en la capital salteña, aún aguarda alguna respuesta.

"Le he pedido al intendente que por favor me diera un terreno o una casilla en un lugar donde pueda estar tranquila junto a mi hija, pero me contestó que no hay viviendas, que ya iba a ver la posibilidad de otorgarme algún lote", aseveró.

M. también dijo que cuenta con la ayuda de sus vecinos. "Ellos me apoyan en todo, además no soy la única mujer que está en esta situación, hay dos madres más que tampoco tienen donde vivir, y no nos queda otra que meternos en algún terreno, para darles un techo a nuestros hijos. Por eso es que entre todos, estas madres y los vecinos nos apoyamos".

 La precaria vivienda que habita M. con su pequeña hija.

Necesita un trabajo

La mujer, por si toda esta desesperación fuese poca cosa, no tiene trabajo y está atravesando por una enfermedad denominada cirrosis, por lo que debe costear sus medicamentos y tener una alimentación muy saludable.

"Hace poco me diagnosticaron esta enfermedad, la cual también tiene mi madre, y afortunadamente le expliqué a mi doctora de mi situación económica y me consiguió un par de medicamentos, ya que tengo muchas hemorragias producto de la cirrosis". La madre de M. mientras tanto, se encuentra internada en un hospital de la vecina provincia de Tucumán. "Ella está muy grave y con mi hermana nos turnamos para viajar a verla, a pesar de que hemos pedido ayuda para pagar los medicamentos, nadie nos quiso brindar ayuda". ara poder costear los pasajes Paz dijo que sale a vender cosas dulces. "No sabemos cuánto tiempo más estará internada mi madre".

“Soy muy trabajadora y honrada”

La mujer, en su extenso diálogo con El Tribuno que se acercó hasta su domicilio en la periferia del barrio Ramón Abdala, dijo: “Necesito un trabajo urgente, ya hace tres años que no tengo nada, todos los que me conocen saben que soy una mujer honesta y trabajadora”. 
Sin embargo, recalcó que “lo que más necesitamos mi hija y yo es un hogar seguro, para poder levantar una tapia y rejas, y así estar tranquilas, ya que ni siquiera tengo la libertad de salir a la calle por temor a mi expareja y a los robos frecuentes que ocurren en el barrio. Acá no se puede ni dormir y mucho menos en una casita tan desprotegida como la que tengo para vivir”.
Además, la mujer relató que ya sufrió diversos robos en su domicilio, y tras hacer las denuncias pertinentes, aún no logró recuperar las cosas que le sustrajeron y que para ella tienen un inmenso valor. Se apela de este modo a los corazones solidarios que se apiaden de esta mujer y su hija.
 

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