¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
-1°
4 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Pandemia económica

Jueves, 23 de abril de 2020 00:00
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Seguimos en cuarentena y seguimos pensando que la salud está primero, pero sin la economía no podemos hacer nada, ni siquiera abastecernos de insumos, razón por la cual el planteo debe ser que la salud y la economía van de la mano.

En el marco de la pandemia, las prioridades del Gobierno deben ser, en primer lugar, que la gente no tenga hambre y la segunda que no quiebren los emprendedores ni las pequeñas, medianas ni grandes empresas que son las generadoras de riqueza, creadoras de fuentes de trabajo genuinas y pagadoras de impuestos y servicios.

Con las ayudas entregadas a beneficiarios de planes sociales, jubilaciones y otros tipos de asistencia, podríamos decir que un sector importante de la sociedad está contenida en esta cuarentena.

“Si no tenemos economía no tendremos salud; no conocemos el camino para salir de la pandemia, tampoco nos imaginamos  cómo será la reactivación”.

Los bancos están otorgando préstamos especialmente para pagar sueldos, impuestos, servicios y recomponer las finanzas a empresas que no están trabajando, pero por el momento lo hacen de a poco, y solo para quienes les ofrecen más garantías que las que exige la emergencia.

Recordemos que el temor de que empresas quiebren está latente. Por cierto, la relación con los clientes no es de las mejoras, ya que estaban acostumbradas a comprar títulos públicos con tasas en algunos casos superiores al 70% y se perdió el verdadero objetivo que es prestar dinero a los privados para que crezca la economía.

En las provincias

El Gobierno a través del Banco Central de la República Argentina deberá otorgar las garantías suficientes a las entidades financieras para que presten dinero y sería interesante que las provincias hagan lo mismo.

En provincias como la nuestra los préstamos de los bancos son muy pocos y es urgente la ayuda que las empresas solicitan como préstamos blandos, diferimientos en el pago de impuestos y algunos servicios.

Esto significa que tanto los gobiernos como las empresas prestadoras de servicios deberán financiarse, y hoy la única forma que tiene el gobierno nacional de hacerlo es emitiendo dinero; algunos analistas afirman que ya existe en circulación el doble de billetes que antes de la cuarentena y el Ejecutivo está promoviendo herramientas financieras para sacar el circulante como plazos fijos con tasas tentadoras.

También se analiza esta sobreemisión por temor a una hiper-inflación, algunos analistas opinan que en el estado de recesión actual es necesario inyectar más circulante para reactivar la economía, otros en cambio opinan que con tanto dinero circulando (demanda) y si la producción de bienes y servicios (oferta) está parada se corre el riesgo de que suban los precios, un tema que deberá resolver el Banco Central de la República Argentina.

En nuestro país, a la recesión ocasionada por esta pandemia le sumamos la que veníamos padeciendo durante los meses anteriores a la cuarentena dispuesta por el Gobierno. La situación no es de las mejores, ni muchísimo menos: disminución de la actividad económica y por consiguiente baja en la recaudación de impuestos tanto nacionales, provinciales y municipales, con un daño mortífero a las finanzas de los gobiernos.

La discusión ya instalada es conocer cómo se financiarán los estados para cubrir sus necesidades, llámese proveedores, sueldos, obras públicas. Sabemos que el Gobierno nacional está priorizando los gastos donde hay mayor peligro de contagio del COVIT 19, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, razón más que válida para analizar distintas alternativas de cómo financiar a las otras provincias que a su vez las mismas ayuden con préstamos blandos a las empresas y trabajadores informales que se están fundiendo.

No podemos dejar sin financiamiento a las provincias y ni permitir que los privados quiebren; para ello existen algunas herramientas que podrían ser de utilidad, por ejemplo, las sociedades de garantías reciprocas, mediante las cuales el Gobierno garantiza la cobrabilidad de los préstamos.

Otra sería la emisión de cuasi monedas o títulos públicos para pagar las deudas con proveedores u obras públicas que podrían utilizarse para pagar impuestos provinciales y algunos servicios, esta receta (similar al "coronabono" que propone Carlos Melconian) es muy resistida por el Gobierno nacional.

La creación de Fondos de Emergencia integrados con aportes voluntarios, la financiación con Letras de Tesorería, redescuento de operaciones con valores posdatados y la disminución de los encajes en los bancos para que tengan mayor cantidad de dinero para prestar, entre otras serían algunas de las herramientas financieras que podrán utilizarse.

Si no tenemos economía no tendremos salud; todavía no conocemos el camino para salir de la pandemia, tampoco nos imaginamos cómo será la reactivación económica ya que cambiarán los protocolos conocidos hasta ahora.

Observamos que el Gobierno está pensando en el corto plazo que es atender lo urgente, la crisis sanitaria de esta pandemia, pero también es estratégico convocar a analistas, economistas, empresarios, trabajadores, informáticos y hasta sociólogos para que analicen y propongan medidas a implementar para el día después de la cuarentena y de la pandemia.

“El economista Carlos Melconian propone crear un ‘coronabono’ para contener la emisión sin límites”.

 

No se puede mirar de brazos cruzados y dejar que las pymes quiebren y que la provincia no cuente con los recursos necesarios, especialmente para que nuestros comprovincianos no tengan hambre.

Lo peor que nos puede pasar es que no hagamos nada, y un estallido social puede ser una consecuencia de ña inacción.

Futuro incierto

Algunos analistas comparan esta crisis de COVID-19 con la ocurrida el siglo pasado llamada "De los años 30", para que tengamos una idea de la reducción de la actividad económica medida en términos de disminución del producto bruto interno (PBI) mundial, en la crisis de los años treinta la disminución fue del 2%, la pasada crisis de las hipotecas Sub Prime bajó un 8% y ahora con esta pandemia se estima que el crecimiento mundial bajará más del 15%, es decir serán mayores las pérdidas.

Existen también otros temores como el crecimiento de los precios, el fantasma de la hiperinflación y un nuevo default de nuestra deuda soberana con lo que ello puede significar, lo cierto es que aún no conocemos el resultado de esta pandemia económica que por lo visto no será de los mejores.

.

.

.

.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD