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Parto respetado: un desafío crucial en el contexto de la pandemia

Licenciadas en Obstetricia acompañan los nacimientos en el Hospital Público Materno Infantil, donde hubo que compatibilizar los criterios habituales de atención con los protocolos de prevención.
Domingo, 21 de junio de 2020 01:17
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Controles suspendidos, consultorios cerrados y un sistema de salud mayormente enfocado en la crisis generada por la pandemia determinaron un marco de incertidumbre para muchas embarazadas desde marzo, sobre todo en las etapas más estrictas de la cuarentena. En este contexto, desde el Hospital Público Materno Infantil (HPMI) destacaron que se organizaron protocolos de prevención sin dejar de lado los criterios del parto respetado para que no se resintiera la atención.

Según contó la coordinadora de las licenciadas en Obstetricia, Viviana Corfield, muchos aspectos se mantuvieron igual en las salas de parto, pero se tomaron medidas de precaución. Cuando ingresan, se analiza en base a un cuestionario si ellas o sus acompañantes se encuadran en los criterios para la definición de casos sospechoso de COVID-19.

Para evitar la transmisión viral, se suspendieron las visitas, que antes se hacían en distintos horarios del día. Las personas gestantes pueden estar acompañadas por un familiar o alguien de su entorno casi todo el tiempo, salvo entre las 7 y las 11, cuando se hace la limpieza y los profesionales pasan a hacer controles.

Un estudio realizado a nivel nacional por el Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO) de la Asociación Civil Las Casildas reveló que durante la cuarentena aumentó el maltrato en los partos: al 76 por ciento de las embarazadas les cancelaron algún turno de atención médica y el 59 por ciento no recibió alternativa para realizar el seguimiento. El 49 por ciento de los nacimientos fueron inducidos y el 50 por ciento terminaron en cesáreas.

A comienzos de este mes, en el marco de la marcha #NiUnaMenos, organizaciones de mujeres en Salta advirtieron que embarazadas tenían dificultades para acceder a los controles en los centros de salud debido a la restricción de los servicios por la cuarentena.

En 2015, se reglamentó en la Argentina la Ley N§ 25.929, de parto humanizado, sancionada en 2004, que es de aplicación obligatoria en todo el sistema de salud. Esta norma significó un límite legal a la violencia obstétrica, tipificada por la Ley N§ 26.485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

Quienes tienen dudas, sienten que sufrieron maltrato, que no fueron respetados sus derechos o que sufrieron violencia obstétrica pueden llamar al 0800-222-3444, de Salud Responde, o al 144.

La Semana Mundial del Parto Respetado se celebró en mayo con el lema "Mi decisión debe ser respetada". A raíz de la pandemia, este año no hubo actividades en el HPMI, como en años anteriores.

"El paradigma actual busca revitalizar el rol que tiene la mujer en el propio parto", explicó Corfield y mencionó, por ejemplo, que "hoy ya no se concibe que una persona vaya a dar a luz sin un acompañante".

"Es importante que las instituciones apoyen y los profesionales adhieran a esto", manifestó la experta y destacó el respaldo de la gerencia del hospital. "Esto es una política institucional", aseguró.

Desde el servicio de Obstetricia del HPMI promueven cursos preparto tanto para embarazadas adultas como para adolescentes, para que conozcan la Ley N§ 25.929.

Estar siempre acompañada y recibir información sobre la evolución del trabajo de parto o las prácticas que se van a aplicar son dos de los criterios básicos del marco legal actual.

Para tratar el dolor, en el HPMI cuentan con diversas técnicas, como luces bajas, duchas, flores de Bach o masajes.

Luego del parto, el niño tiene derecho a ser identificado y a no ser sometido a ningún estudio, salvo que sus padres estén de acuerdo. El bebé no debe ser separado de su mamá, a menos que requiera una internación.

En el HPMI, el mes pasado hubo 571 nacimientos, de los cuales el 31 por ciento fue por cesárea y el resto, por partos normales. El año pasado fueron 7.700 los nacimientos, con un promedio de cesárea del 28 por ciento.

Quieren jerarquizar la profesión

En la actualidad, en la provincia de Salta hay unas 45 licenciadas en Obstetricia y recién el año pasado lograron la ley Nº 8.170, que regula el ejercicio de la profesión. Viviana Corfield reconoció que hay “una gran deuda en el primer nivel de atención y en el interior”. 
A pesar de que el HPMI tiene una residencia de Obstetricia desde hace más de 10 años, a veces el sistema de salud no acompaña y los profesionales tienen que volver a sus provincias de origen porque no tienen trabajo aquí cuando terminan la formación.
La licenciada destacó que este año quien terminó su residencia ingresó al sistema público. En la actualidad hay ocho residentes en formación.
La licenciatura en Obstetricia es una carrera universitaria de cinco años de duración que por el momento no se dicta en Salta.
Corfield reveló que están en tratativas con la Universidad Nacional de Salta, que va a tener la carrera propia de Medicina, para tener la formación en la provincia: “Seguimos tratando de poner esta figura porque es fundamental”.
Las obstétricas están capacitadas para acompañar, cuidar y atender todo lo que es de bajo riesgo en una situación de parto. El médico obstetra asume la atención de la persona cuando tiene que resolver una patología.

Anticoncepción

Todas las mujeres que tienen sus partos en el HPMI acceden a métodos anticonceptivos de larga duración antes de irse de alta. 
“Se pueden ir con el implante, con el dispositivo intrauterino colocado en el posparto inmediato, con el anticonceptivo inyectable u oral, con el tiempo que requieren estos dos últimos métodos”, detalló Viviana Corfield.
 

 

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