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7 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Entre la desmesura y la ceguera, la realidad

Miércoles, 26 de agosto de 2020 10:13
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Las declaraciones de Eduardo Duhalde fueron equívocas e imprudentes. Pero no conviene ahora sumarse a los reclamos indignados de mucha gente que se aferra a los recuerdos de la dictadura para tapar los ojos, la inteligencia y la palabra ante situaciones explosivas.

Es difícil dilucidar qué quiso decir Duhalde, y si intentó enviar un mensaje de alerta cuyos destinatarios pueden leerlo de distintas maneras. Pero lo que es inequívoco es que dijo que la democracia está en peligro inminente. Y que la fractura interna del Gobierno echa leña al fuego.

Desde la última sublevación carapintada, los militares perdieron todo protagonismo político, que recuperaron parcialmente con la llegada de César Milani a la Jefatura del Ejército, Este año, con la participación activa de los soldados en la asistencia alimentaria por la pandemia, quedó en claro que para los habitantes de los barrios, esa presencia no evoca la memoria oscura de los 70.

Pero las Fuerzas Armadas argentinas no están dispuestas a presentarse como protagónicos "garantes de la institucionalidad", y condicionar al poder como lo hicieron a su manera en Chile, Bolivia y Perú, o como lo hacen hoy en Brasil. En esos países ningún uniformado asumió el gobierno. La eventual suspensión de elecciones es una hipótesis muy arriesgada, pero hay tres temas que merecen atención.

* Duhalde cuestionó, por autoritarias y antidemocráticas, medidas tales como la imposición de la reforma de la Justicia. Puede añadirse el congelamiento de tarifas de servicios privados.

* No es inimaginable que se repitan episodios como los que forzaron las renuncias de De la Rúa, Rodríguez Saá y el propio Duhalde , o que se ensaye la creación de un nuevo "club del helicóptero" como el que funcionó contra Macri.

* La volatilidad social está en su peor momento. La crisis económica que genera la pandemia, negada por el gobierno de Fernández, es un polvorín. Una bomba de tiempo que las facciones en pugna (la interna del oficialismo y el choque con la oposición) deben desactivar lo antes posible.

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