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En medio de los temores de los aumentos de casos positivos de COVID-19 aparecieron en Rosario de Lerma y Campo Quijano publicaciones infundadas en las redes sociales asegurando que personal de seguridad y de salud terminaron contagiados estos días.
Las falsas noticias salieron de una página de un medio radial rosarino que no figura en el éter local y la segunda, es de un pasquín digital de Salta capital.
Ambas publicaciones resaltan los protocolos y confirmaciones de los casos positivos, inclusive de forma maliciosa, pusieron de relieve las áreas de pertenencia de estos aparentes contagiados.
Para llevar tranquilidad a la población, por estas falsas noticias, las gerencias de los nosocomios de las localidades aludidas tuvieron que salir a desmentirlas, población que en estos días sufre y vive tan angustiada por los contagios reales producidos en Rosario de Lerma y Campo Quijano.
Desmentida del Corbalán
"El fin de semana pasado correspondiente al feriado largo el hospital Joaquín Corbalán no realizó ningún protocolo ante un caso sospechosos o positivo detectado en algún paciente o vecino de las fuerzas de seguridad. Es errónea esa información. Lamentablemente no podemos salir a aclarar cada publicación en las redes sociales. Nuestra preocupación son los contagios", aclaró el licenciado Alejandro Sangari, gerente sanitario del hospital Corbalán de Rosario de Lerma.
La publicación con fecha martes 18 de agosto, aún sin ser bajada por el autor de esta falsa noticia, daba como cierta la versión con el título sugerente "Nuevo caso COVId-19" y a continuación la falsa noticia desplegada como si fuera realmente cierta.
"El paciente sería un personal de la fuerza de seguridad, es asintomático y está cumpliendo la cuarentena en su domicilio. El domingo (16 de agosto) por la mañana se activó el protocolo en el hospital local al presentarse una persona con síntomas de COVID-19 y se hicieron las muestras para el estudio. Hoy se conoció el resultado siendo positivo el caso asintomático. El comunicado oficial será dado a conocer en breve por las autoridades del COE local", reza la información cuestionada ampliamente por las autoridades sanitaruas como por los vecinos de la ciudad, que ya comenzaron a conocer quiénes informan con la verdad y quienes no.
Desde el hospital rosarino reclamaron por esta publicación y resaltaron que "aseguran algo que nunca ocurrió nombrando al hospital con un protocolo inexistente y luego asegura que se daría un comunicado del COE. La verdad que es lamentable".
"No están aislados"
Por otra parte, un pasquín salteño afirmó que una médica estaba contagiada de coronavirus y por ende había enfermado a compañeros que forman parte del personal del hospital Francisco Herrera, de Campo Quijano. La falsa información se publicó este lunes causando un revuelo de magnitud en la población de esta localidad.
"No hay ninguna médica de nuestro hospital que haya dado positivo. Lo que se conoció fue sobre el resultado de una profesional fisioterapeuta que trabaja en un centro médico de nuestra localidad y que dio positivo para COVID-19. Esta profesional vive en la ciudad de Salta capital, por lo que no va a aparecer en el registro de casos positivos de Campo Quijano", tuvo que salir a explicar Débora López, a cargo del hospital Francisco Herrera del Portal de los Andes.
En realidad, este caso motivó que, a manera de prevención, se haya aislado a algunos contactos estrechos de esta profesional en el consultorio de Quijano. "Ahora estamos trabajando en buscar a los pacientes de esta profesional. No es cierto que personal de nuestro hospital esté aislado por un caso positivo dentro de nuestro nosocomio. Es una falsa información que causó temor", dijo.
Pasible de sanciones penales
El artículo 211 del código penal establece hasta seis años de cárcel para quienes generan mentiras en las redes sociales en medio de la pandemia, por considerarse de intimidación pública. Este delito también alcanza a quien los comparte en las redes sociales y whatsapp.
Por lo tanto sería muy bueno que los responsables de lo que sale publicado en las redes comiencen a tomar conciencia real del daño que puedan causar, justamente en tiempos de pandemia, donde la afectación emocional está muy a flor de piel.
De otro modo habrá que llamar a la Justicia para que actúe y obligue a los responsables a hacerse cargo de lo que publican.
La última opción será que esos dueños de medios terminen siendo sancionados con el peso de la ley y deban pagar las multas contempladas o la cárcel en los casos más graves, según considere la autoridad judicial actuante y en el momento en que la sentencia quede firme, resguardando así todos los derechos de los responsables.