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La mochila austríaca

Miércoles, 30 de junio de 2021 02:31
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Los españoles bautizaron al sistema de despido que rige en Austria desde el año 2003, como "mochila austríaca" ¿En qué consiste?: es una cuenta a nombre de cada trabajador en la que la empresa abona periódicamente una parte del despido por anticipado, de forma que se va acumulando una "mochila" con fondos que pertenecen al empleado y que este puede llevarse a otro trabajo y disponer de ella en el supuesto de ser despedido o guardarla hasta la jubilación. Recientemente el Banco de España ha sugerido al Gobierno español adoptar un sistema similar. Paralelamente los empresarios argentinos, hace pocos días han presentado un proyecto al que sin mucha originalidad- han denominado "Mochila Argentina". Se ve, por lo pronto, que nuestros empresarios necesitan urgente un curso de marketing. No han advertido que mochila en Europa tiene una connotación positiva recordándole a los austríacos los alegres paseos alpinos con una mochila que les proveerá de bebidas, alimentos, herramientas, etc. El término mochila en Argentina, en cambio, se identifica con la carga pesada que llevamos sobre nuestras espaldas (suegras, charlatanes, vagos, políticos, etc.), también nos recuerda al depósito de los inodoros. Salvada la cuestión terminológica, señalemos que el proyecto local consistiría en un Seguro de Garantía de Indemnización (SGI) administrado por el Anses, Superintendencia de Seguros, y una entidad de control a designar, financiado con aportes de los empleadores. En lugar de la indemnización por despido vigente, el trabajador despedido, seguiría cobrando mensualmente su salario hasta conseguir un nuevo empleo o agotar el tiempo máximo de duración del beneficio, en proporción a la antigüedad acumulada en el empleo.

En realidad, los argentinos que inventamos (según creemos) el colectivo, la birome y el dulce de leche, en esta oportunidad le ganamos a los austríacos (cuya invención más notoria fueron las medialunas para festejar su victoria contra los turcos en la batalla de Kahlenber, en 1683). Efectivamente, en 1967, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía se dictó la ley 17258, para regular el trabajo de la industria de la construcción creando un sistema que -en rasgos generales- es bastante parecido a la mochila austríaca. La ley dio creación a un "Fondo de desempleo", que todavía sigue vigente con ligeras variantes.

Por otra parte, a mediados de 2017, el gobierno de Cambiemos presentó un proyecto de reforma laboral que incluía la eliminación de las indemnizaciones y su reemplazo por un fondo de cese laboral que se financiaría con aportes mensuales de los empleadores. La propuesta fue tajantemente rechazada por los trabajadores, y el Gobierno en esos días fue perdiendo fuerza para impulsarla. En esta columna criticamos severamente la iniciativa por lo que es innecesario reiterarla aquí.

La propuesta no es sino otra variante de la flexibilidad laboral que desde la década el 80 viene amenazando a los trabajadores. En Europa a pesar de la insistencia sobre el tema, solo Austria viene aplicando el sistema. Aun aquellos países que han adoptado la llamada "flexiseguridad" (Holanda y Dinamarca desde fines de los "80) han mantenido el esquema de abonar indemnizaciones por despido.

En el caso argentino, el sistema puede considerarse inconstitucional ya que no otorga "protección contra el despido arbitrario", como manda el artículo 14 bis, sino que, por el contrario, lo incentiva. El sistema es injusto ya que trata igual al más laborioso trabajador que al vago más redomado, incentiva al empleador a despedir arbitrariamente y el fondo se consume con la inflación. Pero lo que no advierten los empleadores es que el sistema es indefectiblemente caro. Tampoco se han planteado que requiere un largo período de transición entre un sistema y otro, que terminarán agravando el famoso "costo laboral". El régimen de indemnizaciones, sí requiere una profunda revisión, pero debe partir de la base de dar un tratamiento diferencial a Pymes y Micropymes, lo que no se advierte en los proyectos en danza.

 

 

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