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La deficiencia en el servicio del agua potable en el departamento General Güemes se viene incrementando en las últimas décadas, debido al incesante crecimiento de la población y a la falta de inversiones por parte de la empresa concesionaria para cumplir con todos los nuevos usuarios. Algunas obras proyectadas y anunciadas como una solución definitiva nunca llegaron a concretarse.
La forma que se buscó para llevar el agua a los domicilios de los nuevos barrios fue la construcción de pozos, los cuales tienen un tiempo corto de vida y en tiempos de sequía la falta de lluvias provoca que las napas de los pozos desciendan y los problemas en el servicio se agudicen.
Actualmente, la ciudad de Güemes tiene algunos puntos críticos por la falta de agua. Uno de ellos afectaba a barrios como el 100 Viviendas y 60 Viviendas I y II etapa en la Banda Este. Se logró una solución en el 2021, como consecuencia de una dura lucha en las rutas por parte de los vecinos afectados, generando la inversión para la perforación de un nuevo pozo, el que fue puesto en servicio a mediados de año en barrio Santa Rita.
A pesar de esta inversión, no es suficiente para considerar que el problema esté solucionado, hay otros sectores como el barrio Cooperativa, el Rufino Castañeda o Los Olivos, donde los vecinos dieron muestra de tener colmada la paciencia y amenazaron con implementar medidas extremas de protestas.
En base a los resultados de estudios demográficos, se sabe que se necesitan al menos dos pozos más, los cuales habrían ingresado en el presupuesto provincial 2022, uno en barrio 1§ de Mayo y el segundo en barrio Cooperativa.
Solo serán parches
Aunque los conocedores aseguran que estas obras seguirán siendo parches al problema de fondo, la solución definitiva comenzó a gestarse 4 años atrás, con la ampliación de la planta purificadora ubicada en Campo Santo, la cual fue construida para abastecer a una población de aproximadamente 5.000 mil habitantes, cuando hoy son más de 40.000 habitantes.
Esa obra de ampliación tenía un costo de 100 millones de pesos, su construcción dio inicio en el 2018 pero nunca se pudo completar porque los fondos desaparecieron, hubo acusaciones cruzadas entre la empresa contratada, Aguas del Norte y Nación; lo cierto es que solo se pudo avanzar en un 40% de su construcción antes de que sea abandonada.
Este verano, que se inició con sequía, trajo muchos problemas con la falta de agua en las canillas y una pronunciada baja en la presión. Se espera que las lluvias puedan recomponer las napas de agua y normalizar el servicio, pero mientras no haya una inversión acorde al problema, los inconvenientes para la población seguirán creciendo.