Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
11°
13 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Isla de Cañas: Los árboles caen como en estampidas entre las llamas

El Tribuno estuvo en el lugar donde se trabaja en la línea del fuego
Miércoles, 09 de noviembre de 2022 02:45
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La noche en Isla de Cañas es un infierno desde hace varios días. Nada se parece a aquel vergel de la Selva Tucumano Oranense Boliviana que a esas alturas alcanza un esplendor salvaje. Ahora todo es fuego, humo, sequedad y ruidos que alteran la nocturna rutina selvática. El Tribuno estuvo en el lugar y llegó a la zona donde los baqueanos, en grupos de 15, pelean desde el ocaso contra las llamas.

Explosiones

Allí el clima se combina con una sinfonía irreal. Las cañas de bambú, con el depósito de aire entre sus fibras, explotan sin cesar por el efecto del fuego. De pronto, un sonido estremecedor, como una horrorosa estampida, levanta chispas y llamaradas en columnas enrojecidas en medio de la noche. Es un cebil varias veces centenario que cae derrotado por el fuego, y la escena se repite hasta el cansancio en la inmensidad de la selva.

La yunga o nuboselva en ese sector alberga también al bosque montano y los pastizales de neblina. Las especies que son propias del lugar son las tipas, pacarás, tarcos, lapachos, palo blanco, palo amarillo, laureles, arrayanes, cedros y quinas que seguramente se cuentan entre una colosal pérdida de diversidad y valor forestal.

  La tarde se parece a la noche en Isla de Cañas. J Corbalán

Desde el aire, las imágenes que arroja del drone son devastadoras. El fuego abraza todo a su paso y anticipa desde el follaje que aún se mantiene en pie, que la lucha será dura.

Antes del anochecer, la tarde se deja ver como una imagen espectral de la oscuridad que aún no llega. Entre el humo y las llamas, el sol, a media tarde, se parece más a una luna de medianoche.

Fauna

A esa hora, las márgenes del río San Andrés son el refugio de la fauna que huye por su vida. Zorros, corzuelas y chanchos del monte se cuentan entre ellos. La fauna menor es la más perjudicada por las características del fuego que viene por abajo, desde la hojarasca reseca y que luego el viento se encarga de avivar en cuestión de segundos. Esto deja con pocas chances de sobrevivir a ofidios, batracios y mamíferos, como liebres y comadrejas que sucumben por doquier. Las aves directamente escaparon del lugar donde, lamentablemente, se encuentra el 60 por ciento de todas las especies conocidas del país.

Otros lugares

El coordinador de Defensa Civil, Daniel Guzmán, informó que de toda la provincia, Orán es el departamento más afectado. "Tenemos focos ígneos aún en desarrollo, que se encuentran en finca San Agustín, Abra Grande, Santa María y colindan con Colonia Santa Rosa. También se registran focos en Vado Hondo, y por ello los trabajos de vigilancia continúan", dijo.

Señaló que "se nos está quemando el departamento. Es una pena y una lástima. Se nota que tenemos tantos recursos naturales que a pesar de tres meses de incendios forestales otra vez se vuelve a quemar. Es una falta de conciencia", concluyó.

Si bien remarcó que deben intensificarse los controles, añadió que los recursos humanos no son suficientes, por ello indicó que "la Policía Ambiental deben ser los mismos pescadores, cazadores, es decir la gente que sale a disfrutar de la naturaleza".

Sin clases en la región

Los incendios en Orán no dan tregua, pese a que se informó que durante el fin de semana se logró controlar un 30% de los focos ígneos. Las llamas siguen consumiendo hectáreas y afectando el territorio. En este sentido, las clases escolares se están viendo fuertemente afectadas en el interior del departamento.

Las escuelas optaron por suspender sus actividades de manera presencial, en los parajes donde están teniendo lugar los focos ígneos. Ante la mala calidad del aire, pretenden preservar la salud y el bienestar de sus estudiantes.

También en la zona de Aguas Blancas

El fuego y el humo ya provocaron grandes daños a la fauna del lugar. Lo más preocupante es que el fuego se propaga a otros lugares más profundos de la selva. Pobladores y trabajadores que se desempeñan en la zona de Aguas Blancas aseguran haber visto osos meleros, pumas y yaguaretés huyendo del fuego. En la foto superior se puede ver a un grupo de suris que huían del humo poco antes de desatarse el último incendio, sobre la ruta nacional 50, a la altura de la ciudad de San Ramón de Orán.

El ganado huye de los incendios

En la ruta 18, que comunica San Ramón de la Nueva Orán con Islas de Cañas, se podía ver huir el ganado por los graves incendios.

El camino corre al costado del río San Andrés. Era impresionante el humo que cubría la zona. Quienes transitaban por ahí debían hacerlo con cuidado no solo por la baja visibilidad, sino por la cantidad de animales que se cruzaban. Era un verdadero peligro.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD