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Las aplicación de las vacunas para el coronavirus en niños y adolescentes encontraron escasos efectos adversos en la Argentina, más asociados a la aplicación de las dosis de Pfizer y Moderna que a las de Sinopharm, aunque todos ellos sin gravedad, aseguró la pediatra Elizabeth Bogdanovich, integrante de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Desde octubre pasado, cuando comenzó la campaña de vacunación en esa población, "se han encontrado casos en niños que han referido tos y fiebre a los cinco o siete días de haber recibido la vacuna Sinopharm, mientras que en el caso de las vacunas con ARN mensajero, como Pfizer y Moderna, se vieron dolores musculares y excepcionalmente casos de miocarditis o pericarditis", indicó la médica.
La vacunación para el coronavirus en niños se recomienda, ya que si bien la infección tiende a ser más leve en este grupo que en los adultos, algunos pueden enfermar gravemente, requerir internación y ocasionar tener secuelas tras ser infectados.
En tanto los niños con afecciones médicas subyacentes corren más riesgo de contraer la enfermedad grave como el síndrome inflamatorio multisistémico, una afección en las que se inflaman diferentes partes del cuerpo (corazón, pulmón y órganos gastrointestinales, entre otros).
Además del beneficio directo de la vacunación, inmunizar a los niños otorga un beneficio indirecto al disminuir la transmisión de virus y así contribuir a la inmunidad colectiva.
Las otras vacunas
Por otro lado, Bogdanovich sostuvo que "los chicos fueron los últimos en ser liberados de las restricciones que les impuso la pandemia y esto hizo que muchos de ellos estén retrasados en la recepción de las vacunas. Hay niños que nacieron en plena pandemia y no recibieron las vacunas de los primeros meses de vida y ahora están necesitando cubrir esas dosis", explicó.
La integrante de la SAP recomendó a los padres completar los esquemas de esas vacunas y dijo que se pueden aplicar en forma conjunta con las de la COVID-19 ya que "cuando faltan vacunas de calendario nunca hay que empezar de cero".
La experta recalcó que la vacunación es una de las herramientas más importante de Salud Pública para el control de las enfermedades inmunoprevenibles. "Se requieren coberturas elevadas, homogéneas y sostenidas para mantener los logros y afrontar los desafíos de la prevención y eliminación de las enfermedades prevenibles por vacunación".