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En la madrugada, Eduardo Salvio protagonizó un hecho de violencia contra su ex esposa Magalí Aravena, que lo denunció por haberla atropellado en la intersección de las calles Azucena Villaflor y Juana Manso, barrio porteño de Puerto Madero. La Policía de la Ciudad dio aviso de la búsqueda del jugador de Boca Juniors aunque no existe ningún pedido de captura y en las próximas horas se presentaría a brindar su testimonio. “Traumatismo por flexión en miembro inferior derecho”, fue el informe médico que elevó el SAME luego de revisar a la esposa del deportista.
Salvio tenía que presentarse en el Centro de Entrenamiento de Boca en Ezeiza, pero no acudió. Al enterarse de lo sucedido, en el club entró en vigencia el Protocolo de actuación en caso de violencia de género, identidad de género u orientación sexual que fue aprobado en septiembre del año pasado.
Desde Boca le informaron a Infobae que el caso ya está en manos del Departamento de Legales de la institución y aguardan al esclarecimiento del hecho para saber cuáles son los pasos a seguir respecto a la elegibilidad de Salvio dentro del plantel (no sería convocado para el encuentro del domingo ante Lanús en la Bombonera por la décima fecha de la Copa de la Liga) y su continuidad en el club.
Las autoridades dispusieron la intervención de la Oficina de Violencia de Género y se le asignó un botón antipánico a Aravena, según se pudo saber.
Hasta el momento, Salvio no fue citado a declarar y está siendo asesorado por sus abogados. Este episodio no hace más que complicar el diálogo por la renovación del contrato del jugador que, en principio, pretendía seguir ligado a Boca por un tiempo más.