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A pesar de la inflación que padecemos, sumando la incertidumbre política y económica, observamos que la cotización del dólar blue no aumenta siguiendo a la inflación, en la nota de hoy explicaré, a mi entender y el de varios analistas, algunas de las causas que motivan que el valor de esta divisa se mantenga estable con algunas variables.
Si observamos que el precio se mantiene desde octubre del año pasado en valores que rondan los pesos doscientos ($ 200) con una inflación del orden del 35%, observamos que fue un pésimo negocio mantener dólares durante estos últimos meses en cartera o en el colchón.
Podríamos mencionar como una de las causas la cantidad de dólares que empresas e inversores tienen guardados y, como la cotización no se modifica, optaron por tenerlos sin especulación y venderlos ante una necesidad circunstancial o solo tenerlos como resguardo de su valor.
Sumamos también otra opción de inversión de bajo riesgo a la gran oferta para adquirir instrumentos financieros (títulos públicos) que se ajustan con el índice de inflación de estos últimos meses
También podemos observar otras alternativas para adquirir dólares y son el dólar MEP ( o "dólar Bolsa", es una opción de inversión para operar en dólares a través de la compra y venta de bonos o acciones que coticen tanto en pesos como en dólares ) y el contado con liquidación, que tienen la característica de ser legales, es decir están en el mercado formal y se consideran dineros blancos que son declarados impositivamente.
Existe otra gran causa para obtener dólares que surge cuando existen limitaciones a la compra y son las operaciones en el comercio exterior.
Lo que vulgarmente se conoce como subfacturación de las exportaciones y sobrefacturación a las importaciones, ya de por si fraudulentas operaciones que generan serios perjuicios a la economía doméstica en desmedro de las reservas del Banco Central, como así también de la recaudación impositiva, ya que se exportan bienes o servicios por valores menores a los precios de mercado y se venden en el país de destino, quedando el sobreprecio en el exterior, e importan a valores superiores a los de mercado, saliendo divisas a valor del dólar oficial y esa diferencia es utilizada o guardada, por los proveedores que venden sus bienes o servicios, al realizar estas prácticas se generan dólares blue o en negro que son ofrecidos en este mercado.
Ante esta realidad podemos deducir que se ofrece mucha cantidad de dólares en el mercado informal que no van al Banco Central y por la sobreoferta de estos se mantienen en valores bajos, al margen de la situación económica de Argentina.
Esta especulación se da por la diferencia en la cotización del dólar en el mercado formal e informal, agregando a las operaciones por los canales legales las retenciones y gravámenes al comercio exterior que los exportadores y los importadores buscan como alternativas para obtener mayores beneficios.
Hoy la realidad de nuestro comercio exterior está caracterizada por la gran cantidad de importaciones, superiores a las habituales, producidas por la diferencia en la cotización del dólar oficial y el blue y las prácticas de sub-facturación de exportaciones.
Este exceso de importaciones comparadas con las habituales nos demuestra que en el prolongado proceso de incertidumbre de la economía los inversores buscan cubrirse ante una no lejana devaluación, siendo esta una de las causales de por qué el BCRA no acumula las suficientes reservas que fueron comprometidas cuando se firmó el acuerdo con el FMI.
Incumplimientos, ¿y restricciones?
El 25 de marzo se firmó el acuerdo con el FMI que, consideramos, consiste en un programa de estabilización donde nuestro país se comprometía a cumplir con varias metas, pero lamentablemente por lo menos tres, la de acumulación de reservas, la de déficit fiscal y la monetaria, corren el riesgo de no poder cumplirse en el segundo semestre
Ante esta realidad será necesario un pedido de waiver (perdón), corriendo el riesgo de que:
a) Las autoridades del FMI lo aprueben, entendiendo que ha habido errores de diseño y culpas compartidas por el fracaso de este plan después de haber transcurrido solo dos meses de haberse iniciado.
b) Anular el acuerdo e interrumpirse el envío de fondos para cancelar la deuda con este organismo.
Son coherentes las opiniones de que el programa estuvo mal diseñado y con claras inconsistencias, como por ejemplo:
1) Se fijaba al diseñarlo una inflación anual entre un 38 a 48%, cuando en realidad hoy ya estamos previendo que superará el 70%.
2) Fijar una política fiscal (disminución de impuestos) muy gradual, con una disminución agresiva de la emisión monetaria para financiamiento
3) Falta de voluntad política por parte del oficialismo para poder cumplir con el programa, recordemos que la oposición en el Congreso dio su apoyo para que se materialice.
4) Las presiones dentro del gabinete económico, que no están dispuestos a cumplir con las políticas que se comprometió y que significan un ajuste.
Este programa fue diseñado para acompañar a este gobierno hasta la finalización de su mandato, incluyendo waivers, pero si las diferencias son muy marcadas podría caerse en un tercer o cuarto trimestre, pero ante un incumplimiento significativo el Gobierno y el FMI tendrán que analizar la conveniencia de seguir con el actual programa o hacerle modificaciones, significa el fracaso del acuerdo, quizá para el gabinete económico le será más fácil de hacerlo o digerirlo, pero no así para el organismo que nos otorgó el préstamo, por lo que representa esta institución a nivel mundial
Lo cierto es que sin dólares suficientes en reserva el Gobierno no puede garantizar la estabilidad cambiaria, razón más que válida para poder entender que vendrán restricciones al dólar, como por ejemplo los US$ 1.200 a US$ 1.300 millones que todos los meses salen del Banco Central y que van creciendo después de la pandemia, y son: a) dólar ahorro; b) gastos con tarjeta en dólares (turismo y pagos de servicios dolarizados; y c) pagos de deudas de las empresas
Las mismas podrían venir por ejemplo con restricciones al dólar ahorro (US$ 200 por mes), y otra variable que circula en el mercado es la de desdoblar la cotización del dólar financiero o comercial y el turista para captar la cantidad de billetes que traen los extranjeros que nos visitan, que cambian en el mercado blue, y puedan pagar los gastos con sus tarjetas.
Ante la opción de desdoblar la cotización u otras medidas restrictivas, surge duda de hasta cuándo seguirán estas medidas sin generar una brusca devaluación.