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El portugués Ricardo Roquette, gerente general de Agrobari SA, se refirió a la necesaria "localidad" con la que hay que administrar las empresas. En este sentido, recordó que cuando llegaron hace 24 años a la Argentina no supieron asesorarse para entender eso.
Cuando la empresa se radicó, se dedicó a la industria de las legumbres. "Fuimos muy malos, trajimos técnicos portugueses", contó y destacó que fueron indiferentes al contexto local. "El mundo subsidia la producción primaria, y aquí es al revés, hay retenciones", indicó y lo vinculó a la capacidad del empresario argentino de adaptarse. "Acá sabían mucho más que lo que nosotros sabíamos. Eso llevó a un rechazo de la industria de legumbres", explicó.
En cuanto al país, el empresario también advirtió que "la Argentina es una excepción en alimentos" y recordó la visión mundial que tiene la calidad de la carne argentina.
"Se sigue hablando de la carne argentina cuando no está tan presente en el mercado mundial", destacó.
Roquette aseguró que a pesar de que aún se paga el costo de "la viveza criolla de hacer pasar gato por liebre", Argentina continúa produciendo calidad. "Hoy el mercado se abre por cantidad y calidad", aseguró. Aunque no todo es fácil y el empresario destacó que la industrialización en el país se dificulta por las retenciones. "Conviene exportar. Se mandan legumbres a Portugal para que se los procese y salgan al mundo", contó.