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7 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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Argentina, íqué manera de arruinar a este país!

Domingo, 08 de enero de 2023 00:00
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A fin de año, la vocera presidencial subió a sus redes un video con un título muy particular. Quienes me conocen, saben que no puedo repetir o usar esas palabras sin sentirme mal; menos en un medio de este nivel. Sin embargo, en esta Argentina degradada y decadente, el video posteado por la portavoz del señor presidente de la Nación en su cuenta oficial se hizo viral. Una señora que nos tiene acostumbrados a sus dichos inconciliables con la decencia, la inteligencia y el sentido común. No hace falta ir muy lejos para revivir ese cachetazo atroz que nos propinó a toda la sociedad argentina cuando dijo: "La derecha puso piedras por los muertos de COVID" sin tener el menor registro de la atrocidad dicha. Ahora, la elección de este video para criticar a quienes eligen irse del país y elogiar a quienes en apariencia eligen volver -usando argumentos falaces y verdades a medias- es otra muestra más de la poca luminosidad de la vocera. ¿Qué decir del video? Primero, que hay que buscarlo y verlo. Varias veces. Mirándolo despojado de emociones y contrastándolo con nuestra realidad diaria. Dejando de lado al orgullo argento herido al cual se apela. Y luego podremos hacernos algunas preguntas juntos.

El video comienza haciendo un racconto de cuántas veces y dónde escuchamos esa frase. Es cierto; lo hacemos con frecuencia. Es una declamación sintomática ante cada atrocidad gubernamental; ante cada noticia surrealista; ante cada muerte insensata que jamás debió haber ocurrido; ante cada frustración colectiva, cada vez más frecuentes.

Luego busca retrucar frases como, por ejemplo, "que no se puede progresar". Tenemos una informalidad que se estima del 46% y una inflación interanual del 100%, o sea, vivimos en una economía en estado terminal con pronóstico reservado. Si se ahorra un peso, todos los días del año, a fin de año tal vez podríamos comprar un dólar ilegal. Nuestro PBI está estancado en moneda constante hace más de 12 años y el PBI per cápita ha caído sin cesar desde hace quince años. ¿Acaso eso es progresar? Hoy nos parecemos más a un país africano que a esa mítica novena potencia mundial que se vislumbraba en 1910. Tenemos un 43% de pobreza; un 8% de indigencia y, de no existir los subsidios, la pobreza treparía al 52% y la indigencia al 21%. Dos de cada tres chicos menores a 14 años son pobres y todos ellos enfrentan serias deficiencias educativas, alimentarias y sanitarias. Ellos; el futuro de este país. ¿En serio se puede hablar de progreso?

"Que este país no da para más". "Que la salida está en Ezeiza". ¿Acaso los medios de comunicación no se agotaron de mostrarnos imágenes de la diáspora argentina? Sea en Uruguay, España, Estados Unidos, Inglaterra, Noruega, Dinamarca, Nueva Zelanda o Australia - todos lugares donde existen estadísticas oficiales al respecto -; jamás se vio un fenómeno tan masivo de emigración de familias argentinas en nuestra historia. Estamos reversando las olas inmigratorias del 1900 casi calcando a la diáspora venezolana cuando asumieron, Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro.

"Sin embargo, la entrada siempre estuvo y está en Ezeiza". Acá viene lo más estrafalario del cortometraje. La biblia y el calefón. "Entraron premios Nobeles" dice el video en off. No tenemos un laureado hace décadas y parece poco probable que podamos volver a tener uno. "Entraron premios Oscars (sic)". ¿Desde cuándo la grandeza de un país se mide por la cantidad de premios "Oscars"? "Entraron miles que se fueron y no aguantaron estar lejos". Incomprobable. "Entraron Copas del Mundo". ¿Ser campeones del mundo en fútbol nos convierte en un país al cual no hay que abandonar para buscar un futuro mejor para nosotros o nuestros hijos? Lo que define la grandeza de un país es su solidez y su proyección hacia el futuro; no la cantidad de copas de fútbol que tenga en su haber. Luego el video muestra a distintos artistas extranjeros que nos felicitan por ser el "mejor público" del mundo. ¿Ser "el mejor público del mundo" para una banda extranjera, nos convierte en el mejor país del mundo para vivir en él? Todos argumentos absurdos. "Este país de mierda tiene la mejor universidad de Latinoamérica"; prosigue la voz en off. Sudamérica es el continente que más retrocedió en los últimos veinte años en términos económicos y sociales de todo el mundo; superando en su caída a África. Tanto por el crecimiento de la pobreza extrema como por el aumento de la inequidad. Los guarismos espantan. Así, ser la "mejor universidad de Latinoamérica" no parecería ser ningún motivo de orgullo. La UBA quedó en el puesto 67, muy lejos de las instituciones icónicas de siempre que lideran el ranking global.

Habla luego de escritores reconocidos en todo el mundo mientras muestra una imagen de Jorge Luis Borges; el escritor menos leído y menos comprendido por los argentinos. Borges eligió vivir sus últimos días en Ginebra y ser sepultado allí. Ese mismo Borges que una vez le dedicó un verso doliente a su amigo Manuel Mujica Laínez: "Alguna vez tuvimos una patria - ¿recuerdas? - y los dos la perdimos". Es una ironía casi borgeana que ese Borges que siempre mostró un desprecio visceral por el peronismo, sea usado por ese peronismo para hacer una propaganda nacionalista; otro concepto aborrecido por Borges.

"Tiene unicornios y astronautas" sigue delirando la voz en off. Marcos Galperín es el dueño de Mercado Libre; el unicornio más valioso argentino; empresa que vale dieciocho veces más que YPF. Marcos Galperín vive en Uruguay. Es fácil ver su flota de aviones desplegada en Brasil y México, pero no en Argentina; donde la empresa es perseguida. ¿Y astronautas? El único astronauta argentino que conozco es el "capitán Beto" de Luis Alberto Spinetta.

"Otros que llevan el país de mierda en el corazón" dice el video mientras muestra una imagen de René Favaloro. Igual que como con Borges antes, otro error garrafal. Favaloro se quitó la vida, angustiado por lo que le representaba vivir en Argentina. A él, quien dejó de lado una carrera brillante en el exterior para venir a brindar su saber al país que lo vio nacer. Me pregunto si el guión fue escrito por un gran cínico pensándolo para una gran turba de ignorantes; o lo escribió un ignorante colosal pensándolo para gente tan ignorante como él. Ambas cosas son perfectamente posibles en este país escatológico.

Luego muestra paisajes hermosos -Argentina tiene paisajes maravillosos- y la variedad de biomas. ¿Nos sirven de algo? ¿Usamos a todos esos biomas para explotar todo nuestro potencial de producción? ¿Para qué nos sirve tener un país tan hermoso y lleno de recursos si nuestra gente -la gente que es lo único que de verdad importa y que "es" el país- se muere de hambre, vive mal, o no llega a fin de mes? ¿Si el 86% de los jubilados es empujado a la pobreza? Tenemos tanto y no tenemos nada. "Y hasta generamos un clima irrepetible en cualquier lugar del mundo" sigue la voz, mostrando imágenes de gente festejando en Catar. ¿Están seguros de que toda esa gente que muestran saltando felices en Catar vive en Argentina? ¿Qué no son autoexiliados que decidieron ir a Catar a vivir un poco de esa argentinidad al palo enferma y rancia y volver, luego, a la quietud de esos lugares que eligieron para vivir, prosperar y progresar?

"Cantamos el himno de este país de mierda y nos emocionamos hasta las lágrimas", prosigue el video, infatigable. El nacionalismo es, con toda seguridad, la construcción social más limitada y primitiva de todas. Nuestro nacionalismo es trasnochado, abstruso y horroroso. Acaso, este nacionalismo bobo, ¿soluciona algo? ¿Nos hace un mejor país? ¿Nos convierte en una mejor Nación? ¿Resuelve el atraso y el olvido de los 12 millones de argentinos que viven fuera de las grandes urbes, en lugares sin caminos, sin agua potable, sin cloacas, sin electricidad, sin escuelas o sin Estado?

Se trata, encima, de un nacionalismo peligroso. Estuvimos a punto de ir a una guerra con Chile por unos insólitos límites territoriales. Fuimos a otra guerra más inentendible todavía por dos islas de las que, si nos reconocieran la soberanía, las terminaríamos de hundir dada nuestra innata capacidad para destrozarlo todo en nombre de la construcción nacional. Hoy, sin embargo, entregamos con total soltura tierras a pseudo pueblos originarios. O cedemos soberanía argentina a China en Neuquén y pronto, tal vez, también en Ushuaia.

En lo personal, detesto este nacionalismo tan mal conceptualizado. Patria es otra cosa. Patria es hogar. Debería ser el lugar del cual nos podamos sentir orgullosos de vivir en él porque no hay ni un solo chico pobre. Ni un solo chico en todo el país que no tenga un lugar donde vivir; o donde comer. O qué comer. Un lugar donde un chico no tenga que revolver un basural buscando comida y donde no muera atropellado por un camión. Donde todos puedan estudiar y progresar como resultado de su esfuerzo y sacrificio. Un país no es una camiseta de fútbol. No es un himno ni una bandera. No es una colección de biomas ni unas cataratas. Tampoco es la territorialidad ni sus fronteras. Menos la soberanía que no se ejerce y que solo se declama. Es lo que se hace con todo eso. También lo que se deja de hacer. Más -siempre- lo que se deja de hacer. El país es su gente. Su sociedad. El contenido; no el continente. Los valores reales; no los imaginados.

El video provocó una fuerte polarización. Mientras algunos amaron esa exaltación a la cultura argenta; otros dicen que la argentina es hermosa pero que son los políticos el excremento de mentas. Un político solo es el emergente de la sociedad que los entroniza por décadas. Es lindo creer que vivimos en un gran país, pero no es la verdad. Así, no puedo compartir ninguno de estos sentimientos.

El video subido por Gabriela Cerruti exhorta en el cierre a cambiar la frase "Argentina. Qué país de mierda" por: "Mierda. Qué país". Lo siento, pero no puedo; no me sale. Solo me sale decir "Mierda. ¡Qué manera de arruinar este país!". Solo eso. Nada más. Perdón.

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