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El denunciante que cayó en su trampa

Miércoles, 08 de noviembre de 2023 02:04
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Rodolfo Tailhade, desde que empezó a salir a la luz desde los sótanos del espionaje y la intriga, es un alfil del sueño autocrático de construir un Estado al servicio de un líder.

Cuadro disciplinado, algo indiscreto para ser un espía en serio, y se enmarcó en una cruzada contra la Justicia cumpliendo, como lo reconoce, estrictas indicaciones de Cristina Kirchner.

Por eso es un abanderado, algo grotesco, de la teoría del "lawfare", una pancarta que da por sentado que los líderes de los "movimientos populares", como Cristina, Rafael Correa, Nicolás Maduro, Evo Morales o Daniel Ortega no deben ser investigados por corrupción ni por abusos de poder ni por violaciones a los derechos humanos. Es de manual. Ninguno puede refrendar su popularidad en las urnas, pero atribuyen las denuncias y las condenas a "los poderes concentrados, la Justicia y los medios independientes".

Es el pensamiento del Instituto Patria, que ha sido explicitado muchas veces por la expresidenta: la división de poderes y la Revolución Francesa son ideas de anticuario. Son estorbos y máquinas de impedir. Justicia Legítima se traduce, de ese modo, en Justicia genuflexa, como la de todas las dictaduras.

Perfil

En una entrevista publicada en el medio kirchnerista El Diario Argentino, firmada por el periodista Gabriel Sued (11 de julio de 2021 https://www.eldiarioar.com/politica/tailhade-corrupto-macrismo-matriz-corrupta) queda a la vista el perfil de Tailhade.

"La carrera de Rodolfo Tailhade como denunciante serial del macrismo empezó en septiembre de 2015, justo antes de asumir su primer mandato como diputado, con un paquete de presentaciones que no llevó su firma. El dirigente de La Cámpora prefirió delegar esa tarea en un grupo de abogados de confianza, porque acaba de cerrar su paso por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). De regreso en el Ministerio de Justicia, donde había tenido su primera experiencia en la gestión, en 2010 recibió un encargo de su jefe, el entonces secretario de Justicia, Julián Álvarez. "Me pidió: '¿Por qué no empezás a hacer algunas denuncias?'. Se ve que alguien había bajado la línea de 'che, empecemos a denunciar', y armé 15 o 20 denuncias…", dice el encabezamiento.

Tailhade es ahora el artífice del intento de juicio político contra los cuatro miembros de la Corte de Justicia. Ayer la comisión ad hoc suspendió la sesión al conocerse que el "denunciador serial" había caído en su propia trampa.

El celular del expolicía federal Ariel Zanchetta, especializado en Inteligencia, reveló infinidad de hechos de espionaje ilícito sobre personajes de la política, jueces, empresarios, deportistas y periodistas. Y entre sus contactos asiduos figuran Tailhade y Fabián "Conu" Rodríguez, alto dirigente de La Cámpora, ex gerente de Telam y funcionario de la AFIP.

Vigilancia clandestina

Un espionaje paralelo absolutamente anticonstitucional. Un sistema de vigilancia clandestina reñida con la democracia y los Derechos Humanos.

El juicio político contra la Corte es el manotazo de ahogado de un Gobierno que formó una olvidable y olvidada Comisión de Reforma de la Justicia, presidida por el abogado personal de Cristina, Carlos Beraldi; un gobierno que termina sus días dejando más de 240 juzgados federales vacantes; que amenazó con armar una Corte de 25 miembros pero ni siquiera logró designar al reemplazante de la Jueza de la Suprema Corte Elena Highton de Nolasco ni al procurador general.

El ataque a la Justicia es una rebelión contra el orden institucional para defender intereses inconfesables. Es la forma que encuentran los autoritarismos para evitar que los controlen. Y ya se sabe, "el poder corrompe; el poder absoluto corrompe absolutamente".

 

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