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Y ahora, ¿cómo seguirá el ajuste?

Sabado, 02 de diciembre de 2023 01:47
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Cristina Kirchner vaticinó que la "estanflación" que pronostica el presidente electo, Javier Milei, es igual a una "catástrofe social". Por lo pronto, la industria advirtió que ya está entre nosotros esa estanflación, entendida como dos cuatrimestres consecutivos de caída del producto, sumados a un alza generalizada y sostenida de precios. Que es lo que pasa.

Es decir, la vicepresidente admite que su legado, compartido con el huidizo Alberto Fernández, es "una catástrofe social". Ya no se trata de un relato agorero de los "medios concentrados" sino un dato de la realidad, tal como la perciben el 55% de los argentinos.

Suena a rancio seguir hablando de la deuda que dejó Mauricio Macri, que equivale a menos del 10% del nudo gordiano del endeudamiento público del país que empezó a enmarañarse en 2006, cuando el sueño del doble superávit, comercial y fiscal, comenzó a esfumarse por el derroche del gasto público. Después, ya sabemos: pobreza superior al 40% y un país incapaz de generar inversión productiva y modernizadora.

La catástrofe social empezó mucho antes. Nuestro país entró en un declive irrefrenable hace mucho tiempo; los académicos ponen diferentes fechas, pero la crisis del petróleo de 1973, hace medio siglo, marca un momento muy especial que se nota en el aumento sostenido de la pobreza, desde el 5% al 42% de estos días. Y con una población que aumentó de 25 a 46 millones de personas. La radiografía sindical también es un síntoma: la poderosa UOM fue desplazada por los gremios de transporte y los estatales. En estos días, el gobierno saliente atribuye sus fracasos a fenómenos meteorológicos o sanitarios, y cifra supuestas bonanzas por venir en la agroexportación, bendecida por el fenómeno del Niño, y en el gasoducto de Vaca Muerta.

La guerra agónica entre neoliberalismo y populismo nos fue hundiendo en un pantano del que ningún mesianismo nos va a sacar. Ambos dogmatismos cayeron en el olvido de un concepto básico: "gobernar". Hasta ahora, solo se sostuvo la lucha. Una lucha que solo benefició a los poderosos. Y desde 1999, la democracia comenzó a resquebrajarse por "la grieta".

El desenlace electoral es indicio de un ciclo agotado y nada garantiza que el país vaya a transitar por un camino de salida.

El presidente electo se muestra decidido a gobernar y a decidir; la dinámica de Diana Mondino y de Guillermo Francos genera ciertas expectativas de diálogo y racionalidad, ausentes a lo largo de la campaña. Pero, ¿qué pasará a partir del lunes 11? Ninguna duda se despeja. El país debe superar esta crisis. Una crisis que probablemente genere privaciones y cimbronazos este año y en la cual las Leliqs no pueden ser el tema excluyente.

Reformar el sistema de asistencia social, optimizar la salud pública, recuperar la profesionalidad de los agentes de servicios esenciales del Estado, por ejemplo, tampoco admite demoras. Basta comparar cuánto cobra un médico o un auxiliar de salud en el hospital público, qué solvencia se garantiza a las obras sociales, cómo se rejerarquiza a la policía con los beneficios que obtienen funcionarios y empleados de planta política en medio de esta crisis. El yate de Martín Insaurralde es el síntoma escandaloso de un sistema de financiamiento de la política que se visibiliza en "Chocolate" Rigau y las cuentas sueldo truchas en la provincia de Buenos Aires. Para ahorrar gasto de la política habrá que comenzar por ver hasta dónde llegan los tentáculos de esas maniobras, porque eso, el "clientelismo", se observó en muchas provincias y tiene como ejemplos trágicos a Emerenciano Cena y a Milagro Sala. ¿Va a poder Milei contener los cimbronazos que provocará la desarticulación de esa maraña? Luis Caputo, especialista en finanzas internacionales, ¿será la persona ideal para desempeñarse como ministro de Economía en medio de una crisis macroeconómica, alimentada durante dos décadas hasta llegar a esta "catástrofe social"?

¿Qué margen tiene la mayoría de los asalariados para ajustarse los cinturones?

Milei no habló solo "estanflación". Adelantó un dato importante: "La única billetera que está abierta es la de capital humano para dar contención a los caídos", dijo respecto al ministerio que estará a cargo de la economista mendocina Sandra Pettovello, y que se ocupará de coordinar áreas disímiles y sensibles como Educación, Trabajo, Salud y Desarrollo Social. El capital humano es la reserva más valiosa en el mundo contemporáneo. Y es donde el Estado deberá poner su mayor esfuerzo para honrar el mandato constitucional de 1853. Pero no se trata solo de presupuesto o financiamiento: lo urgente es evaluar el estado real de cada una de esas áreas, es decir, tomar la radiografía de la crisis. Y aplicar así planes y objetivos concebidos con profesionalidad y sin devaneos ideológicos. Pero, además, con mucha firmeza de parte del presidente, una firmeza y una idoneidad que el anarcoliberalismo no garantiza "per se". En Washington, la comitiva prometió al FMI y a Wall Street medidas drásticas e intransigentes. Milei evaluó que "no pueden creer lo que vamos hacer".

En realidad, no lo creen, porque no es soplar y hacer botellas. Cuando se sale de la cápsula, la realidad suele ser inhóspita. En el Congreso Milei debe construir poder, cediendo y negociando. Afuera, la CGT, los dirigentes piqueteros y los partidos de izquierda ya declararon la guerra. Y esa guerra no se frenará a garrotazos, sino con firmeza, política y Justicia. Y la devaluación que ya se está dibujando con bastante nitidez será herencia de Massa, pero se sentirá cuando gobierne La Libertad Avanza. Y ahí, veremos qué pasa.

 

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