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Un candidato a presidente de la República Argentina en las elecciones de octubre de 2023 enfatiza en sus numerosas presentaciones mediáticas su decisión de reducir el número de ministerios dejando solo ocho. Uno de esos ocho será el denominado "capital humano", en el que convergerán los problemas y asuntos a resolver en el área de la salud, la educación, el trabajo y las cuestiones sociales. Lo que nunca ha explicado hasta el presente es el significado de "capital humano", concepto abarcativo y difícil de definir.
El capital humano es un concepto que se refiere a la productividad de los trabajadores en función de su formación y experiencia de trabajo. Esto genera valor considerando el aporte humano que se realiza en un mercado determinado. Muchas veces se utiliza el término capital humano para dar cuenta de los recursos humanos que tiene una empresa, de sus competencias conjugadas que derivan en una mejora general en la producción basado en el concepto de trabajo como factor productivo.
El capital humano es dependiente en forma sensible de la calidad educativa que recibe una población determinada. Cualquier forma de adquisición de competencias, conocimientos, destrezas, aptitudes, habilidades que tengan impacto en la productividad, será considerada como un incremento en las condiciones del capital humano. Los países con mayor grado de calificación en su población son aquellos que tienen a su vez una mayor calidad de vida.
Sin lugar a dudas las bondades de una educación que sea accesible y de calidad a todos tiene penetración en el mercado y redunda siempre en el desarrollo, progreso y bienestar de los pueblos. Al capital humano hay que sumar su capacidad mental para construir un ciclo virtuoso de oportunidades, mayor inclusión y cohesión social dentro de un adecuado y fuerte marco institucional, con políticas estado a largo plazo que den sustentabilidad a la cultura, la educación, la ciencia y la tecnología, y que permita desarrollar habilidades sociales y formas de adaptación frente a los desafíos y tensiones del entorno.
El mundo actual y más aún el del futuro se caracteriza por la cultura, el conocimiento, la información y por el valor de la creatividad y la innovación. Debemos impulsar una interacción cada vez mejor entre nosotros para conformar una sociedad integrada, promoviendo el respeto por las identidades y las pertenencias.