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Cada año la marcha de devoción hacia el Señor y la Virgen del Milagro reúne a más almas esperanzadas de poder llegar a la capital al encuentro con los santos patronos en la Catedral Basílica de Salta. El Tribuno esperó a la multitudinaria peregrinación de mineros y puneños en su parada para almorzar en Gobernador Solá y recogió testimonios conmovedores. Los biciperegrinos que salieron desde San Antonio de Los Cobres también hicieron su paso y descanso por El Alfarcito, donde desayunaron y recibieron sus pecheras.
Al Milagro se lo vive de diferente manera. En esta peregrinación son muchos los actores fundamentales que dan su gran aporte durante el camino. Como en cada año, es infaltable la presencia del sacerdote Dante Bernacki, quien va confesando a todo aquel creyente que desea llegar a la Catedral a recibir la Eucaristía.
"Es el camino de la fe de estos pueblos de la Puna, un camino que es un testimonio para los salteños y para toda nuestra Argentina. El país puede salir adelante si nos reconocemos como hermanos y todos tiramos para el mismo lado en la verdad y la justicia", expresó el sacerdote.
Jóvenes
Sobre el importante número de peregrinos de este año, el padre Bernacki destacó que hay una gran cantidad de jóvenes que caminan. "A veces quizás vienen por curiosidad, y sin embargo llevan a Jesús en el corazón y creo que es a lo que tenemos que apostar". Antes de continuar con su misión y retomar el camino, definió al Milagro como algo "difícil de manifestar" y que "hay cosas humanas que son difíciles de describir".
Durante el almuerzo en Gobernador Solá, el presidente de la Comisión de Peregrinos de la Puna, Mario Sangüezo, detalló que el número oficial de fieles anotados es de 2.700, pero que hay muchos más que no se inscribieron y que fueron sumándose en el camino, lo que elevaría el número a más de 3.000 personas. Este año la comisión apostó a crear un seguro para el peregrino, por eso es que previo a la partida desde San Antonio de los Cobres se insistió en la importancia del registro para que todos estén cubiertos.
"Como presidente de la comisión, este año quise reflejar lo aprendido en todos los años trabajando en Mina Patito, implementar el tema de seguridad y limpieza, concientizando a la gente que debemos cuidar y que cada paso de la peregrinación no sea un desaire para quienes nos reciben, sino que sea algo lindo", explicó Sangüezo.
Entre los miles de fieles hay peregrinos que experimentan sus primeros años en esta odisea y también hay otros que ya llevan años regalándole este sacrificio a los santos patronos.