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Con un acto, llevado a cabo en la plazoleta ubicada sobre calle Alem, a metros de la terminal de colectivos, se recordó el Día Nacional del Inmigrante, en homenaje a todas aquellas familias que llegaron a estas tierras, formando parte del desarrollo y crecimiento de un pueblo que hoy lleva el nombre de General Güemes.
El acto estuvo presidido por el secretario de Gobierno, Martín Rodríguez, acompañado por parte del gabinete municipal y vecinos descendientes de aquellas primeras familias que se asentaron en un incipiente caserío alrededor de una estación ferroviaria, con el sueño de poder transformarlo en una ciudad.
La Plazoleta del Inmigrante fue creada para que en ese lugar, cada 4 de septiembre, sean recordados con un acto acompañado por el izamiento de las respectivas banderas, aquellos países que aportaron con la mayor cantidad de inmigrantes durante los primeros años de pueblo que, con el tiempo, se transformó en el municipio cabecera de un importante departamento salteño.
Las colectividades de India, la española, la sirio-libanesa, la boliviana y la uruguaya se cuentan entre las más representadas. Entre ellas, las colectividades de India y España fueron las más numerosas. En la actualidad, desde el vecino país de Bolivia siguen llegando familias en busca de trabajo en el campo, que les permita una residencia permanente. "Mi papá llegó en el año 1915, desde una Europa en conflicto. Intentó asentarse en el sur del país, pero no le gustó, luego permaneció un tiempo en Córdoba aprendiendo algunos oficios, entre ellos el de comerciante.
Luego se trasladó hasta esta zona, donde hizo su vida. Fue para él muy difícil, porque estuvo entre los primeros que tuvieron que abrirse camino desde la nada. Muchos otros vinieron después de España, pero ya con familiares instalados y les fue mucho más fácil. Realmente siempre admiré el valor de mi papá para enfrentar una nueva vida, en un país para él totalmente desconocido", manifestó la profesora Malena Pérez.
La primera ola migratoria llegó desde el ferrocarril, no como pasajeros sino como trabajadores ferroviarios. Muchos de ellos construyeron las vías que llegaron hasta la estación Santa Rosa, donde creció el pueblo. Podemos decir que al principio todos eran inmigrantes, debido a que en esta zona del Valle de Sianca, solo existía un monte conocido como Monte Moruno. Los primeros nativos del pueblo Santa Rosa, luego denominado General Güemes, fueron los descendientes de esta primera ola de migrantes, a los que con el correr de los años, se fueron sumando nuevas familias que llegaban de localidades cercanas, atraídas por el gran crecimiento económico generado por la intensa actividad ferroviaria.