El pronóstico del tiempo indicaba una máxima de 43 grados para martes y miércoles, pero los habitantes del norte salteño saben que, en la práctica, los registros suelen ser 3 o 4 grados más altos, con una sensación térmica aún superior. Entre las 3 y las 4 de la tarde, las localidades de la región vivieron jornadas de calor insoportable.
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El pronóstico del tiempo indicaba una máxima de 43 grados para martes y miércoles, pero los habitantes del norte salteño saben que, en la práctica, los registros suelen ser 3 o 4 grados más altos, con una sensación térmica aún superior. Entre las 3 y las 4 de la tarde, las localidades de la región vivieron jornadas de calor insoportable.
A diferencia de otros veranos, salvo algunas excepciones como Campamento Vespucio, la provisión de agua se mantuvo estable, incluso en horas de la siesta y la tarde. Además, a pesar del alto consumo, la energía eléctrica no sufrió interrupciones, lo que permitió que las noches, en las que las temperaturas no bajan de los 40 grados, transcurran con normalidad.
Campamento Vespucio en una situación crítica
La salida de servicio del sistema de provisión de El Aguay dejó sin agua a la mayoría de los vecinos de Campamento Vespucio durante varias jornadas, en medio de una sensación térmica que llegó hasta los 50 grados. La situación se volvió desesperante. Mientras tanto, el resto de las localidades de San Martín, como Salvador Mazza, Aguaray, Tartagal y General Mosconi, mantienen un servicio regular, aunque persiste la incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en los próximos días.
El calor extremo, que no se registraba desde hace varios años, continuará sin lluvias a la vista, lo que podría complicar el abastecimiento de los sistemas hídricos como Itiyuro y El Aguay.
Tartagal resiste gracias a sus fuentes acuíferas
En Tartagal, el suministro de agua se sostiene gracias a la producción de los pozos del acuífero Yacuy, que abastecen la cisterna de Villa General Güemes, y a los pozos propios inaugurados en el último año. Gran parte de General Mosconi también recibe agua de la cisterna de Tartagal, aunque la disponibilidad del recurso dependerá de las lluvias de febrero, que suelen ser intensas pero hasta el momento no han llegado.
Sin embargo, algunos parajes que dependen del sistema Itiyuro ya presentan dificultades en el abastecimiento, debido al altísimo consumo y la escasez de precipitaciones en las últimas dos semanas. La situación sigue siendo incierta, mientras el norte salteño aguarda un respiro con la llegada de un posible descenso de temperaturas el jueves.