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Las instituciones y el macartismo

En un país periférico, con gran capacidad de producción primaria, como Argentina, hace falta un modelo productivo que no se vislumbra y no se construye con voluntarismo.
Jueves, 07 de noviembre de 2024 02:16
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En el mes de octubre de 2024, Daron Acemoglu, Simón Johnson y James A. Robinson ganaron el premio Nobel de Economía por sus estudios referidos a los factores que influyen en la desigualdad y el crecimiento económico de las naciones. Ellos son autores de un libro, Por qué fracasan los países", que es esencial para comprender los procesos económicos.

Al respecto, George Akerlof, premio Nobel de Economía (2001) afirmó "Consideramos que La riqueza de las naciones, de Adam Smith, es un clásico imperecedero. Dentro de dos siglos, lo mismo pensarán de Por qué fracasan los países."

La Real Academia de las Ciencias de Suecia remarcó que los autores sostienen que el clima, la cultura o la geografía no explican la prosperidad, sino las instituciones de los países.

Así, la calidad de las instituciones revela por qué hay países pobres y ricos, ya que determinan la relación entre las élites y la sociedad, es decir, entre quienes tienen poder y los que no lo tienen. Distinguen entre dos tipos de instituciones: inclusivas y extractivas.

Las investigaciones demostraron que las instituciones "inclusivas" respetan el estado de derecho, en ellas las elites concilian con la ciudadanía el fortalecimiento de la sociedad civil, que conlleva crecimiento económico, progreso social y perfeccionamiento de las instituciones.

También demostraron que en las instituciones "extractivas" se conculcaban derechos básicos, como la libertad de prensa, la represión de las protestas o la cancelación de derechos laborales. Las elites se adueñan de los recursos favoreciendo a sus intereses. En este contexto no hay incentivo para emprender e innovar y se afecta el desarrollo social.

Loa autores citan varios ejemplos, entre otros, dos que son paradigmáticos; uno es el caso de Nogales, la ciudad dividida entre México y Estados Unidos: Nogales, Arizona (EE. UU) con instituciones inclusivas, es próspera, mientras que Nogales, Sonora (México) enfrenta problemas económicos significativos debido a instituciones más extractivas.

El otro es Corea del Norte y Corea del Sur, dos naciones que, a pesar de compartir historia y cultura, las diferencias en sus instituciones han llevado a resultados económicos drásticamente diferentes, con Corea del Sur prosperando gracias a un sistema inclusivo mientras que Corea del Norte sufre bajo un régimen extractivo.

En ambos ejemplos podemos decir con los autores que "la política es el proceso mediante el cual una sociedad elige las reglas que la gobernarán. La política acompaña a las instituciones por la sencilla razón de que, aunque las instituciones inclusivas pueden ser buenas para la prosperidad económica de un país, algunas personas o grupos, como las élites del Partido Comunista de Corea del Norte o del PRI de México, estarán mucho mejor estableciendo instituciones que sean extractivas". La diputada nacional Lilia Lemoine en declaraciones públicas reivindico al senador Joseph McCarthy por su lucha contra el comunismo, quien en los años ´50 organizó una "caza de brujas" en EE. UU. a partir de tildar de comunistas a integrantes de medios de comunicación, gobierno, artistas y funcionarios, al punto que Charles Chaplin se exilió en Suiza. La reivindicación de McCarthy como ejemplo a seguir pronunciada por la diputada, en un escenario donde fue expulsada del gobierno la ahora ex canciller Diana Mondino por votar en contra del bloqueo a Cuba – posición sostenida por la mayoría de los países del planeta, excepto EEUU e Israel más algunas abstenciones – resuena como una justificación a la advertencia realizada por el gobierno de investigar a "los parásitos" del Ministerio de Relaciones Exteriores, que fueron acusados de "traidores a la patria". Decimos que resuena como una justificación porque ponen en la superficie la intención indisimulable de que toda acción política del estado argentino debe subsumirse al anticomunismo presidencial. La cancillería debe ser el mascarón de proa libertario de la política exterior de Argentina. Estos hechos políticos, que en apariencia no tienen consecuencias para nuestra vida cotidiana, llevan a conocidos comunicadores a decir que "por estas declaraciones no tendremos más o menos inflación, ni tampoco más dólares en las reservas"; sin embargo, debemos decir que las consecuencias están a la vista.

Señalamos que las consecuencias están a la vista si observamos con el prisma de la teoría que nos proponen estos investigadores premiados, es decir, si miramos la política argentina desde el tipo de instituciones que tenemos, si las que proponen estas políticas se parecen más a instituciones inclusivas o extractivas.

Entonces, no debemos ser cientistas políticos para comprender que las declaraciones de Lemoine, la acción del gobierno y las ideas del presidente Javier Milei promueven instituciones extractivas, donde están ausentes el pluralismo de ideas y el fortalecimiento de la sociedad civil; por el contrario, se promueve el temor y la venganza como política.

En este sentido, el lenguaje procaz en dichos del primer mandatario de un país, la amenaza de "purgas", la promesa de venganzas cuando sean "descubiertos" los que son sindicados como "enemigos de la patria", produce temor entre sus funcionarios que actúan, no por convicciones, sino por temor a ser vituperado y despedido del gobierno, son típicas de las políticas de instituciones extractivas.

Luego, podríamos preguntarnos: ¿Qué hubiera hecho el nuevo canciller Gerardo Werthein si ganaba Kamala Harris? Ya que, según los dichos de Donald Trump, si gana Harris hubiera desconocidos la elección y ya estaban alistados grupos de choque para reclamar el "fraude".

El nuevo canciller, ¿tendrá en cuenta el principio de no involucrarse en las políticas internas de un estado extranjero?, sobre todo cuando se trata de las elecciones de sus mandatarios o ¿nos sumaremos a la política facciosa y antidemocrática de Donald Trump?

No tenemos las respuestas, pero los autores del libro nombrado Acemoglu y Robinson se plantean una pregunta sencilla pero vital: ¿por qué algunos países se enriquecen y otros continúan siendo pobres? Su respuesta también es simple: porque algunos desarrollan instituciones políticas más inclusivas. Quizá esta respuesta nos ofrezca una pista para responder a nuestros interrogantes.

 

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