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Las extravagancias o excentricidades a las que nos tiene ya acostumbrados Javier Milei no repercuten del mismo modo en el país que en el exterior y son miradas en las que no siempre hay coincidencias, porque los intereses no son los mismos.
La revista Time, con sus 101 años de vida, lo ha puesto en su portada internacional… El título de tapa: "El radical. Cómo Javier Milei está sacudiendo al mundo". Lo de radical obedece a la definición de las medidas implementadas en su programa de gobierno. Vera Bergengruen, corresponsal de dicha publicación americana lo define como "el líder más excéntrico del mundo"
Cierto es que su aparición en el escenario político rechaza de plano todo lo conocido hasta el presente, sin que ello tenga que significar algo negativo. De lo que sí somos plenamente conscientes es de la causa originaria de esa aparición. No olvidemos que no proviene de raigambre política, de un estereotipo político, pero tampoco olvidemos que sus predecesores han hecho trizas todo lo que han tocado. No debemos apresurarnos en juzgarlo, démosle un crédito aceptando sus pretensiones de bien intencionado y también por estar manteniendo un apoyo de más de la mitad del país, aún a sabiendas y reconociendo el sufrimiento que se está padeciendo. Milei vino a dar por tierra con el consenso expresado por las dirigencias políticas en mantener sin cambios el statu quo que a todos beneficiaba, menos al pueblo sufrido. Por ello el "pan y circo" ofrecido nunca se condijo con sus necesidades y solo era un sutil engaño a lo cual se pretendió dar imagen de generoso acto de altruismo. Milei fue la catarsis de un pueblo, resultante luego de tanta crisis, camuflada pero innegable. Respetemos los tiempos de la democracia, porque "en la cancha se ven los pingos".