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Nuestros productores vitivinícolas y frutícolas de las áreas semiáridas de la Provincia podrían analizar la conveniencia de diversificar e invertir a través del cultivo del pistacho (Pistacia Vera), árbol pequeño originario de Siria, TurquÍa, Irán y Afganistán occidental, por sus múltiples beneficios, el alto valor energético de sus frutos y facilidad de producción y manejo.
Esta posibilidad productiva requeriría zonificar ecológica y planimétricamente las potenciales áreas pistacheras, tal como se hiciera otrora infructuosamente con el Plan Café, de manera tal de contar con los requerimientos ecoambientales, para que los cultivos se desarrollen y alcancen crecimientos y floración adecuados. En la Argentina, la variedad más difundida es el Pistacho Kerman.
El fruto de la Pistacia Vera era ya consumido por la civilización persa y precisamente su nombre deriva del vocablo persa Pisteh, predilecto fruto demandado por la reina de Saba, con exclusión para los plebeyos.
Las bondades
El pistacho es antioxidante, vitamínico, fibroso, rico en ácidos grasos, y de alto poder nutricional. Actualmente está considerado como "oro verde", y su cultivo, iniciado en Argentina en 1980, exhibe un crecimiento exponencial llamativo en los últimos 4 años, pasando de 1.000 hectáreas a 7.000 en las provincias de San Juan, Mendoza, y La Pampa. Su valor actual de exportación es de us$ 18/kg., recibiendo el productor entre us$ 5-6/Kg.
Entre los frutos secos, el pistacho es el que ha registrado mayor consumo y sus ventas se dispararon a nivel mundial, tanto por marketing como por estar incorporado internacionalmente a la dieta mediterránea, italiana y a la del Medio Oriente. El crecimiento de la producción de frutos secos fue vertiginoso, debido a una tendencia global por ser alimento muy saludable, conjunto de factores de muy elevada demanda, incluyendo sus atractivos precios de comercialización y relativa sencillez de manejo, embalaje, transporte, y conservación.
Se trata de una inversión y negocio a largo plazo, 4-7 años para inicio de cosecha. En nuestro país por ahora hay 1.000 ha en producción, mientras el resto se encuentra en periodo de crecimiento. Los rendimientos promedio obtenidos son de 2.500- 4.400 kg/ha, y hasta de 5.000 kg/ha con buenas condiciones de suelo, clima y manejo.
El pistacho es tolerante a déficit hídrico, sus raíces colonizan a profundidad, y sus hojas se adaptan a las condiciones climáticas imperantes en zonas áridas, pero se debe disponer de provisión de riego por goteo.
En Salta, Pistacia Vera probablemente podría ser implantado en algunas zonas del Valle Calchaquí, sector sur del Valle de Lerma, y sector subhúmedo de la Llanura Chaqueña, con adecuadas condiciones de suelo y clima para su desarrollo exitoso. Tratándose de una plantación frutícola, la habilidad y capacidad de manejo para un proyecto inicial de 10 ha o más, no presentaría inconvenientes tecnológicos y de experiencia productiva para nuestros fruticultores, que detentan alto nivel de conocimiento y manejo para ese tipo de cultivos.
Un proyecto de diversificación de esta jerarquía, de tan alto interés económico, que podría ampliar sensiblemente la superficie frutícola cultivada hasta el presente, introduciendo una especie de bajo requerimiento hídrico, demandante de suelos sueltos y de fácil manejo, y altos márgenes de rentabilidad.
En el caso del Valle Calchaquí, la provincia cuenta con un mapa cartográfico detallado de suelos, producido con la Universidad Nacional de La Plata, y asimismo de otras áreas.