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El poder, las mitologías y el futuro del país

Jueves, 20 de noviembre de 2025 01:56
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Chance es el personaje de una novela icónica de Jerzy Kosinski: "Desde el jardín". No es una novela buena, pero si es famosa. La historia trata de un hombre común de un intelecto muy disminuido, que todo lo que dice lo dice desde el único saber y experiencia que tiene: la de haber sido -toda su vida- el cuidador del jardín de una mansión. Su único contacto con el mundo fue con una criada que le servía la comida y a través de la televisión; gran protagonista de la novela. La televisión como "médium" con el que Chance interpreta y entiende la realidad.

Cuando habla, Chance habla de plantas, de arbustos y de árboles; de hojas y flores; del ciclo de las estaciones y de sus climas y variaciones. Habla de la Naturaleza. No puede hablar de otra cosa. Chance habla desde su total ignorancia sobre cualquier otro tema que no sea la jardinería, en general, y el jardín de aquella mansión en particular. Y siempre lo hace con la humildad al que lo obliga su intelecto lastimado. La ironía, el sarcasmo o hasta la picardía le están vedados. La maldad y la mentira también. Pero la gente se empeña en ver en Chance algo que no es. Se empeñan en escuchar en sus palabras lo que ellos quieren oír. Chance habla de plantas; ellos escuchan verdades económicas sin igual. Él habla de su trabajo en el jardín; ellos se empeñan en ver un hombre de una sabiduría inalcanzable que habla sobre cómo mejorar el mundo liberal.

"En toda época y lugar, las sociedades producen sus propios dogmas. Actualmente, no son ya teológicos, sino seculares; no prometen la salvación del alma, sino la del mercado, la eficiencia o la felicidad. Su fuerza no proviene de la verdad, sino de la costumbre: nadie los impone, pero todos los repiten. Esas expresiones que se instalan como verdades incuestionables, pese a ser falsas, a fuerza de repetirse, reemplazan el pensamiento por el eco" dijo -con cruel brillantez-, Walter Neil Bühler en estas páginas.

Y, así como en la era kirchnerista el "eco" fue el de vivir en armonía y plenamente satisfechos gracias a un pseudo-progresismo falaz y banal que defendía derechos inventados e insostenible mientras nos hablaban con un lenguaje que afirmaban inclusivo y que no era tal; el nuevo "eco" ignora cosas básicas de la economía y de la sociedad. No hay economía en el mundo que pueda ser resuelta con libros de la ignota escuela austríaca; o que se pueda resolver desde las finanzas, los bonos y el Excel; desdeñando a la economía real.

Es cierto es que las historias de Chance y de Milei están unidas por dramas muy distintos. Chance es retrasado y fue abandonado de pequeño. Milei, para sobrevivir al maltrato del padre, al bullying y a la soledad, se refugió en un universo paralelo. Uno en el que sus perros no mueren, sino que van al cielo y se transforman en seres superiores. Uno donde su hermana, alguien que siempre lo defendió, es su "heroína" y la "médium" que lo comunica con Conan, ese "ser superior" que le transmite consejos económicos y políticos.

Así, mientras Chance interpreta la realidad a partir de su único saber -las plantas y su jardín- y su experiencia de vida detrás de un televisor; Milei ve al mundo a través de su excéntrica teoría anarcocapitalista; con las revelaciones místicas que le transmite su perro muerto a través de su hermana; todo magnificado por el espejo deformante de las redes y los trols mediáticos.

No supimos ver es que Milei es literal. Milei de veras cree que la hermana es "un ángel" -como lo dijo en entrevistas- y que posee la capacidad de comunicarse con seres que ya no están en este mundo. Cuando Milei decía que ella era "El Jefe", creímos que se refería a que su hermana era su "mano derecha". Pero Milei no es metafórico; sus "metáforas" esconden su literalidad.

"El medio es el mensaje" dijo Marshall McLuhan. Así, alguien que era un personaje secundario al comenzar el gobierno, se convirtió en el Poder detrás del Poder; una persona no elegida que controla a la persona elegida para el cargo. Desde la repostería -tirando las cartas de Tarot-; su hermana se hizo del poder.

Denuncias

Por esto la gravedad de todas las denuncias conocidas hasta ahora en torno a ella. Desde la venta de candidaturas; el uso de las cajas del PAMI y la ANSeS; el escándalo de la ANDIS; de $Libra; y los supuestos sobornos del 3%. Si estas causas avanzaran, el futuro del gobierno sería incierto. Porque los presidentes no son fusibles y Milei no parece estar dispuesto a sacrificar a su hermana. Lo ha dicho. Y Milei es literal.

Por desgracia existe un antecedente histórico: José López Rega, "El Brujo". Ese secretario de Perón que sumó poder mientras Perón envejecía. Tras su muerte, se convirtió en el poder detrás de Isabelita después de haberla convencido de que poseía facultades sobrenaturales. Conocemos el final de esa historia.

Esta historia, sin embargo, tiene un final abierto. Uno que podría llegar a ser escrito por los hermanos Milei -si ordenaran el poder y dejaran de "hablar" con Conan-; o por los sectores sociales que los eligieron para protagonizar esta extraña versión de la novela cuando, quizás cansados de tanta absurdidad, dejen de escuchar los "ecos" de los nuevos dogmas transmitidos por Karina a Milei. Por supuesto que espero que esta novela termine mejor que la de Kosinski, Chance termina siendo vicepresidente.

 

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