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La avanzada de Trump divide a los exiliados en Miami

Algunos apoyan y acompañan la estrategia militar para derrocar al régimen de Maduro; otros, en cambio, prefieren la vía de la presión pacífica.
Jueves, 18 de diciembre de 2025 01:22
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"No sabemos cuál va a ser el resultado ni cuál es la estrategia", dicen en Miami-Dade algunos ciudadanos estadounidenses de origen venezolano radicados en Florida y que hoy se encuentran divididos en torno a si la administración Trump debe o no enviar tropas a Venezuela. La incertidumbre se cierne sobre la comunidad venezolana y las conversaciones cotidianas han sido desplazadas por preguntas relativas a cuándo y cómo el presidente Donald Trump actuará en Venezuela, según indica The New York Times en un reportaje publicado recientemente.

La publicación del diario neoyorkino devela o permite inferir e incluso corroborar cuestiones más profundas, y a mi juicio más interesantes que la coyuntura, en relación con las orientaciones, ideas, mentalidades y la cultura política de los venezolanos y cubanos de Miami. ¿Con qué bases democráticas van a construir y a reconstruir las democracias de sus países, llegado el momento, si en décadas viviendo en una nación libre no han terminado de entender en qué consisten sus pilares y fundamentos o principios como la tolerancia y el pluralismo?

La administración estadounidense ha intensificado su presión contra el régimen de Nicolás Maduro en los últimos meses, en especial con sus ataques a embarcaciones en el Caribe presuntamente vinculadas al narcotráfico y, también, con el aumento paulatino en el envío de fuerzas navales a esa zona geográfica.

Hace unas semanas, a bordo del avión presidencial, una reportera ha interrogado al mandatario sobre por qué dialogar con Nicolás Maduro si ya ha sido denunciado por la administración americana como líder de una organización terrorista extranjera (El Cártel de los Soles). Trump ha insistido en considerar el diálogo con Maduro como una de las posibilidades que, además, permitiría "salvar muchas vidas". Para Trump si pueden "hacer las cosas por las buenas" está bien, pero también puede "hacerlo por las malas", ha indicado.

La crisis

Venezolanos en Florida hay desde hace décadas. Pero sí ha habido oleadas migratorias de esta comunidad que han ido asentándose con más fuerza, al sur del estado del sol durante el último cuarto de siglo, tras la irrupción del chavismo y su apoltronamiento en el poder. Hoy tienen opiniones encontradas respecto a las actuaciones de Estados Unidos en relación con su país de origen o el de sus padres y parientes. "Las diferencias de opinión, complicadas por la inquietud generada por las políticas migratorias de Trump, están creando divisiones tensas entre los venezolanos del sur de Florida, mientras los que están a favor de la intervención estadounidense intentan acallar a los críticos, a quienes consideran una pequeña minoría".

Para los venezolanos seguidores de Trump, quienes desean que el ejército estadounidense ocupe Venezuela, desaloje al régimen y permanezca en el país hasta desmantelar a la cúpula militar que ha mantenido a Maduro en el poder, no hay razón para la división entre los venezolanos. Estiman que todos deberían estar unidos en torno a la misma causa: "la libertad de Venezuela".

"Acogidos por los exiliados cubanos influyentes de Miami, que los veían como hermanos ideológicos que huían de una dictadura, los votantes estadounidenses de origen venezolano fueron cortejados por los políticos republicanos, quienes lograron convencer a muchos de ellos de que apoyaran a Trump. Ahora, estar en desacuerdo con Trump es considerado antipatriótico y desleal entre muchos estadounidenses de origen venezolano, incluidos algunos con edad suficiente para recordar las desastrosas intervenciones militares estadounidenses en Latinoamérica", subraya el diario neoyorkino.

Estadounidenses de origen o de raíces venezolanas y tendencia demócrata prefieren un traspaso pacífico del poder de Nicolás Maduro a Edmundo González. La inmensa mayoría de venezolanos en Estados Unidos y, también los que hoy están en otros países, que han debido abandonar su país de origen por las condiciones y circunstancias que impuso el régimen chavista, se oponen a Maduro. Y es legítimo expresar dudas sobre la viabilidad del enfoque de la administración estadounidense para Venezuela. Esa no debería ser una razón para ser satanizado por otros compatriotas y conciudadanos.

Pero, la actual coyuntura ha generado, al menos en Florida, que a quienes rechazan la idea de una intervención militar estadounidense, por las consecuencias directas y el sufrimiento que esta pueda causar sobre la población venezolana, se los tilde y estigmatice de ser "colaboracionistas" del régimen chavista, según denuncias de venezolanos que han vivido en primera persona esa situación.

Autoritarismo

Es curioso que cientos de miles de personas hayan huido de la falta de libertades y del miedo al régimen por expresar una opinión contraria y que hoy muchos deban autocensurarse frente a la intolerancia de los suyos para no ser rechazados y señalados. ¿Cómo es posible que el temor a la cancelación y al linchamiento social hoy sea un método eficiente para coartar la libertad de expresión ante los miembros de su propia comunidad?

Los venezolanos son uno de los grupos más afectados por la política migratoria de la Casa Blanca que promueve y pretende expulsar del país a la mayor cantidad de inmigrantes posible, poniendo fin, en este caso, a su estatus de protección temporal, el TPS que les permitía residir y trabajar en el país legalmente hasta que tuviesen las condiciones y garantías para regresar. Venezolanos han optado por autodeportarse, se han trasladado a otros estados, se quedan escondidos en sus casas o han sido deportados.

En el exilio

"Hay al menos 660.000 venezolanos a los que se amenaza con devolver a Venezuela bajo este régimen que, al parecer, está a punto de ser atacado por el ejército estadounidense", ha expresado Adelys Ferro, cofundadora del Venezuelan-American Caucus durante una conferencia semanas atrás. "¿Cómo se pueden conciliar estas realidades?", cuestionaba la activista.

No deja de llamar la atención como muchos latinoamericanos, cubanos y venezolanos en particular, dejaron sus países huyendo de la falta de libertades y se han establecido en Florida en estas décadas, han avanzado social y económicamente, pero mentalmente no lo han hecho, no han evolucionado y no han terminado de asimilar en qué consiste la libertad, viviendo en una nación donde este concepto importa y es fundamental. Estos latinoamericanos son política e ideológicamente tan extremistas y sectarios, del otro lado del espectro, como aquellos de quienes un día huyeron y mantienen una cultura política profundamente autoritaria y opuesta a principios claves para la convivencia como son la tolerancia y el pluralismo.

¿Con qué bases democráticas van a construir y a reconstruir las democracias de sus países, llegado el momento, si en décadas viviendo en una nación libre no han terminado de entender sus pilares y fundamentos?

* Clara Riveros es politóloga y analista. Es autora de Sexo, pudor y poder. Debates del siglo XXI en el norte de África (Alhulia, 2021) y Autocracia, democracia y constantes vitales en el reino magrebí (Alhulia, 2023)

 

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