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Los vecinos de San Luis no logran más que pequeños momentos de tranquilidad. Luego de que el año pasado denunciaron incesantes robos y episodios de inseguridad por las fiestas clandestinas, lograron un poco de calma. Sin embargo, los delincuentes regresaron y cada vez son más profesionales. La gente no sabe a quién recurrir y asegura que así "no se puede vivir".
La última sustracción dejó en jaque no solo al dueño de la casa de Villa El Sol, sino a los vecinos que aseguran que ese robo demuestra que los ladrones hacen cada vez más inteligencia.
El miércoles entraron a la casa de Matías. "El vecino me dijo que llegó a las 19 y no vio nada raro", indicó sobre las 2 horas en las que calcula que ingresaron. A plena luz del día llevaron a cabo un robo de importantes dimensiones, no por lo que se llevaron, sino por la modalidad utilizada.
"Cortaron el alambrado de dos terrenos, hicieron un boquete en una finca y otro boquete al lado de mi casa y un tercer boquete en el vecino", contó Matías que supone a dos los hicieron para poder llegar hasta su casa y al tercero, para poder mirar cuando se iba. Además de los tres boquetes le rompieron la reja, "la desamuraron y también rompieron la ventana de aluminio que estaba con seguro", detalló.
Los dos perros que tiene fueron encantados con un par de pucheros. "Buscaban plata y alhajas", indicó. Al final se llevaron dos notebooks, cámaras de fotos, un par de zapatillas nuevas, dinero y una mochila con elementos de trabajo.
No es el primer robo de la cuadra. "Hace poco desvalijaron la casa de atrás y a otro vecino le hicieron un boquete y hay una finca a la que le robaron dos garrafas", contó el hombre que ahora, asegura, vive con temor. "Mi señora está embarazada de unos meses y tiene miedo de quedarse sola, no tanto lo material sino por la falta de seguridad en la zona", lamentó.
Sacan fotos
María Elena aseguró que los robos regresaron, a fines del año pasado, "en diciembre", precisó. "Hemos observado que pasan sacando fotos, hay vecinos que vieron desde sus casas cómo van tomando fotos, nos están observando el movimiento", destacó.
Otra vecina apuntó que las modalidades cambiaron. "Antes robaban cuando no estábamos, pero ahora, que te rompan las paredes, eso significa que hacen más inteligencia y que se toman, además, todo el tiempo del mundo", advirtió. A la par destacó la desesperanza y el hartazgo: "Ya nos cansamos de hablar con autoridades y no pasa nada, no se puede vivir así".
Además de los robos, hay cada vez más peleas de patotas que llegan a enfrentamientos "a los tiros". Los vecinos apuntan a una casa ocupada del kilómetro 1 y medio de la ruta 51, sobre la calle Saturno. José, uno de los vecinos, aseguró que incluso llegó a grabarlos mientras le robaban en agosto. "Mediante las cámaras de vecinos identificamos a las personas que entraron, es una casa usurpada, donde también manifestamos que venden drogas", denunció.