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Entre los negocios que Monges se las ingeniaba para generar, el testigo señaló que su amigo había armado varias sociedades con gente vinculada a la exportación de grano o al rubro pesquero. "Armaron diez sociedades, en cinco era titular Darío y las otras los otros involucrados. Darío había puesto en actividad unas dos, iban hasta el límite de no pagar aranceles y poder llevar a cabo el negocio, por ejemplo exportar".
Al ser consultado si él lo asesoraba en ese tipo de negocios, Montaldi dijo que sí al tiempo que no tardó en aclarar: "Jamás asesoraría a alguien para que haga un ilícito". Según el testigo Monges recibía por parte de esas sociedades entre 2.000 y 3000 mil dólares, una cuestión que para nada "le generó enemistades, sino todo lo contrario", sostuvo el testigo.
Contó también que su amigo desde chico "sabía artes marciales, tenía lo técnico pero también lo que te da la calle. Era una persona buena, tranquila pero no había que mirarlo mal porque no pensaba, era rápido. Darío era un pitbull", señaló.
Esto último quizás tenga algún tipo de vínculo a la hora de pensar en la emboscada que habría sufrido el falso abogado previo a su cruento asesinato. Para la Fiscalía, los Bejarano aprovecharon la relación de amistad que había con Monges para a bordo de su vehículo de alguna manera inmovilizarlo y sorprenderlo con cinco tiros en la cabeza, de lo contrario el hombre de 40 años podría haberse podido defender porque no solo que sabía pelear sino también andaba armado.
Violencia de género
Una expareja de Darío Monges, que también pasó por la sala de audiencias del TOF 1, contó que conoció al hombre en el ambiente de la Municipalidad, dado que ella es empleada en Salta capital y él hacía trámites desde la Municipalidad de Vaqueros. Entre las cuestiones que la mujer fue respondiendo a requerimiento de las partes, contó que se terminó separando porque era "violento".
A pesar de haber señalado que estaban separados, algunas pruebas que le mostraron a la testigo, quien señalaba no recordar varias cuestiones, expusieron que hasta marzo de 2022 mantenían contacto a través de Whatsapp y al parecer también de manera personal. En uno de los mensajes por redes sociales que le mostraron, él –Monges- le decía que la amaba y ella que "mucho más".
Al ser consultada por si su expareja solía andar armado, la declarante señaló con ciertas dudas que tenía un cuchillo en la gaveta de la camioneta, acerca del arma de fuego que Monges solía llevar dijo no recordar. Tampoco confirmó sobre si su ex consumía marihuana, cuestión que otros testigos dijeron que sí.