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En una operación sin precedentes denominada “Dictadores Digitales”, el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina logró desbaratar una organización cybercriminal que vulneraba sistemas informáticos de empresas y organismos públicos, comercializaba información sensible y realizaba maniobras de lavado de activos.
El procedimiento incluyó allanamientos simultáneos en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, donde fueron detenidas once personas vinculadas a la red.
La causa se inició el 10 de marzo pasado, cuando el Departamento de Inteligencia Contra el Crimen Organizado (DICCO) detectó en una plataforma de mensajería instantánea una serie de actividades sospechosas. Los agentes descubrieron un sistema denominado “Sherlock Alerts”, un bot automatizado que, al recibir datos como un número de DNI, respondía con información personal obtenida ilegalmente de bases de datos oficiales previamente vulneradas.
A través de esta herramienta, los investigadores accedieron a un entramado digital operado por una comunidad llamada “Dictadores”, donde los integrantes vendían y desarrollaban software para hackear sistemas y acceder a información privada. El grupo se escudaba en el anonimato de la red y en la dificultad para rastrear sus comunicaciones.
Pruebas y roles dentro de la banda
Los detectives lograron identificar diferentes niveles de participación dentro de la organización:
* Administradores y líderes, que coordinaban las actividades y manejaban los canales de comunicación.
* Desarrolladores y programadores, encargados de crear los bots y mantener las herramientas de intrusión.
* Operadores técnicos, que realizaban el acceso directo a sistemas y la comercialización de datos.
Entre los principales sospechosos aparece el creador del sistema “Sherlock”, conocido bajo el alias “Treenix”, y el fundador del grupo “Dictadores”, quien además mantenía vínculos con otra comunidad similar llamada “Sherlock Group”. Ambos cambiaban con frecuencia sus nombres de usuario para evadir el rastreo policial.
Según la documentación recabada, los ciberdelincuentes compartían información, recursos y hasta organizaron competencias de hackeo para vulnerar objetivos específicos.
Métodos y delitos detectados
El DFI comprobó que el grupo accedía a bases de datos gubernamentales y empresariales, robando usuarios y contraseñas mediante ingeniería social, phishing y el uso de bots automatizados. También ofrecían servicios ilegales como:
* Alteración de registros públicos y privados.
* Creación de recetas médicas falsas.
* Clonación de tarjetas de crédito y transferencias fraudulentas.
* Venta de información personal y financiera.
* Grooming con fines económicos, mediante el cual se ganaban la confianza de menores para obtener acceso a sus cuentas digitales.
Los investigadores hallaron además un mecanismo inédito en Argentina: la compra de cuentas digitales a personas de bajos recursos para utilizarlas en operaciones de lavado y comercio ilegal de datos.
Los allanamientos y el alcance nacional
Con los indicios reunidos, el Juzgado Federal de Primera Instancia de Campana, a cargo del Dr. Adrián González y la Secretaría Penal N°2 del Dr. Agustín Ocampo, ordenó 22 allanamientos en distintos puntos del país.
Los procedimientos se realizaron en Merlo, Berazategui, Moreno, Tigre, Nordelta, Berisso, Temperley, Ezpeleta, Marcos Paz, Libertad, Olavarría, Mar del Plata y en las provincias de Córdoba, Mendoza y Santa Fe.
En los operativos fueron detenidas once personas -diez hombres y una muje- e incautados celulares, computadoras, vehículos, dinero en distintas monedas, tarjetas bancarias y más de dos kilos de marihuana.
Según las pericias, algunos de los detenidos mantenían vínculos con organizaciones narcocriminales de Rosario, a las que brindaban información confidencial y apoyo técnico para lavar dinero y concretar extorsiones digitales.
La investigación continúa
Los elementos secuestrados permitirán avanzar en la identificación de las bases de datos afectadas y en la evaluación del daño causado por las maniobras de la organización.
Todos los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal, mientras los investigadores del DFI y del DICCO analizan los dispositivos electrónicos incautados para rastrear la red completa de contactos y transacciones asociadas al caso “Dictadores Digitales”.