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En la recta final del juicio por el asesinato de Jimena Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017 en Vaqueros, el abogado Marcelo Arancibia, representante de los hermanos Carlos y Adrián Saavedra, insistió en que no existen pruebas sólidas que los vinculen con el crimen. “Refutamos todo”, afirmó.
El defensor remarcó que no hay certezas sobre la identificación del perro que fue parte de la investigación, que ningún testigo reconoció a los acusados en el lugar del hecho y que las versiones sobre los vehículos supuestamente involucrados carecen de sustento probatorio.
En cuanto a las calificaciones legales, Arancibia recordó que la acusación inicial planteaba prisión perpetua por homicidio calificado con alevosía, premeditación y femicidio, pero finalmente la fiscalía pidió 12 años de prisión como partícipes secundarios de homicidio calificado, mientras que la querella adhirió al pedido aunque solicitó que se considere robo con arma, en banda y en poblado.
En la antesala del veredicto que definirá uno de los casos más resonantes de los últimos años en Salta, Arancibia sostiene la inocencia de los hermanos Saavedra y asegura que lo probó. Dijo que confía en que el tribunal valore la prueba como corresponde