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La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó ayer la condena a prisión perpetua para los hermanos David y Santiago Bejarano por el homicidio agravado de Darío Esteban Monges. También se validó la absolución de Catalino Bejarano, el padre de ambos.
Los jueces Ángela Ledesma, Alejandro Slokar y Guillermo Yacobucci rechazaron por unanimidad los recursos de la defensa y confirmaron el fallo del Tribunal Oral Federal N.º 1 de Salta, emitido en diciembre del año pasado. Monges, por cierto, trabajaba para Benjamín Cruz, exsecretario de Seguridad.
En la resolución de ayer se destaca la postura de la jueza Ledesma, quien expuso: "Entiendo que la posible cadena de tráfico que ha surgido debe seguir siendo investigada por la fiscalía, en su función de órgano defensor de la legalidad y los intereses generales de la sociedad".
Antes de emitir el voto, la jueza Ledesma afirmó: "Sin perjuicio de señalar que el juzgamiento se ha circunscripto exclusivamente a quienes se les atribuye la autoría directa del homicidio, sin que se haya avanzado en la investigación respecto de otros eventuales partícipes vinculados al móvil del hecho y a cadena de tráfico".
Los hermanos Bejarano fueron considerados coautores del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por mediar alevosía, en concurso real con el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El cuerpo de Monges fue hallado el 3 de septiembre de 2022 dentro de su camioneta Ford Ecosport, con cinco disparos en la cabeza, en un descampado del barrio El Círculo I de la capital salteña. La víctima, de contextura robusta, estaba en el asiento del conductor, pero las pericias indicaron que fue asesinada mientras estaba sentado como acompañante y luego su cuerpo fue movido.
Al rechazar el recurso de la defensa, la Sala II consideró que no se verificaron arbitrariedades ni violaciones al debido proceso. Por otra parte, avaló la utilización del testigo de identidad reservada, señalando que su testimonio no fue determinante y que fue respaldado por otras pruebas.
Casación indicó que la condena se basó en una multiplicidad de indicios concordantes, no en una única prueba.
El testigo de identidad reservada había sido cuestionado porque había tenido un problema con David Bejarano, quien junto a su hermano se encuentra alojado en la cárcel federal de Cerrillos.
Entre las evidencias se destacaron registros de cámaras de seguridad, impactos de antenas telefónicas, rastros genéticos de David Bejarano en el volante y peritajes odorológicos.
Además, la fiscalía demostró que en la vivienda de los Bejarano se secuestraron 174 gramos de marihuana fraccionada, lista para su comercialización. Se estableció que Monges y los hermanos Bejarano mantenían una relación de confianza y realizaban actividades ilícitas en conjunto vinculadas al narcomenudeo.
Casación consideró que existió una "pluralidad de indicios precisos y concordantes" que demostraron la responsabilidad penal de los acusados, y subrayó que actuaron con premeditación y alevosía, aprovechándose de la cercanía con la víctima.
¿Monges II? y los nexos de riesgo que salieron a la luz
En la resolución que firmó ayer la Sala II de Casación, los jueces se hicieron eco de los vínculos que tenía Darío Monges, como el que mantenía con Benjamín Cruz, exsecretario de Seguridad de la Provincia. El exfuncionario está imputado en el fuero provincial por tráfico de influencias, por facilitar el ingreso de Monges a la cárcel de Orán para que se viera con Oscar "Cabezón" Díaz. El "Cabezón" Díaz es señalado como una figura con peso en el ambiente del narcomenudeo salteño.
También se mencionó el vínculo que tuvo con Cristian "Gringo" Palavecino. Un encuentro en el norte con Monges quedó registrado en videos que se difundieron durante el juicio el año pasado. Palavecino está hoy detenido en Ezeiza, pero en 2022 estaba prófugo.
Mientras transcurrían las audiencias en el Tribunal Oral Federal N.º 1, el fiscal Eduardo Villalba mencionó también que era necesario seguir investigando y deslizó un posible "Monges II". Villalba sostuvo en ese entonces que no hubo vínculos entre Cruz, Palavecino o Díaz con el crimen material de Monges, ni tampoco con Diego Aquino, otra persona con un pesado prontuario delictivo.
En el juicio por el crimen de Monges también salió a la luz el uso de permisos oficiales del Ministerio de Seguridad de la Provincia para poder traficar. Eran tiempos de pandemia. Al respecto, en el juicio, Villalba manifestó: "Esto fue peor que la fiesta de Olivos".
En el juicio, el padre de Darío Monges declaró que Benjamín Cruz lo mandó en reiteradas oportunidades a Orán, incluso con policías. Cabe recordar que Darío Monges no tenía nombramiento oficial y solo trabajaba en forma informal para el exsecretario de Seguridad.