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El ayuntamiento de París ha presentado su nuevo plan climático 2024-2030 con el que tratará de preparar la ciudad para afrontar los efectos del cambio climático, con la vivienda sostenible y los bosques urbanos como ejes principales.
Tras la consulta popular a la que se sometió el pasado septiembre, el paquete de 500 medidas municipales se debatirá y votará en el Consejo de París -organismo de consulta urbanística- a finales de mes junto al plan local de urbanismo bioclimático, la estrategia de resiliencia y el plan sanitario medioambiental.
El plan climático 2024-2030 de la alcaldesa socialista Anne Hidalgo busca evitar un "París a 50 grados", según ha advertido a la prensa el teniente de alcalde responsable de Transición Ecológica, Dan Lert, al anunciar las principales medidas.
Entre ellas se encuentra la adaptación de edificios públicos a posibles episodios de calor extremo, catástrofes meteorológicas y al uso de energía renovable; la adaptación energética de 5000 viviendas sociales y la creación de 300 hectáreas de vegetación e islas peatonales en plena ciudad.
La adaptación es necesaria
El Ayuntamiento considera que la adaptación urbana es necesaria debido a que gran parte de las viviendas de París son antiguas, sin suficiente aislamiento y con una muy escasa presencia de aire acondicionado, además de una desigual distribución de los espacios verdes. Todo ello genera problemas en las cada vez más numerosas olas de calor.
Lert aludió al iniciar la presentación del plan climático a las recientes inundaciones en Valencia, según él un ejemplo de cómo todas estas crisis "afectan sobre todo a los más vulnerables".
El nuevo plan urbanístico se centra en las desigualdades sociales y en la lucha contra el impacto climático sobre los barrios populares de París, con la adaptación energética de residencias de mayores, viviendas sociales, centros escolares y la instalación de 6000 centros de generación de electricidad renovable.