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La odisea del salteño que llegó hasta Tierra del Fuego a bordo de su Renault 12

Ismael Ali completó su travesía en un poco más de 30 días, a bordo de su vehículo modelo 80, sin calefacción y sin saber que se avecinaba la primera ola polar del año.
Jueves, 06 de junio de 2024 11:46
Foto: Pablo Yapura
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Dicen que la aventura nos llama, y el salteño Ismael Alí decidió tomar en serio este llamado años atrás. Pateó el tablero dejando la rutina, un trabajo de oficina y se fue con su familia a recorrer Sudamérica en una furgoneta Volkswagen, dando inicio así a un cambio rotundo en su vida y a una saga de viajes impresionantes, como el último que hizo el mes pasado en su Renault 12 contra todo pronóstico.

Con más de dos mil suscriptores y miles de reacciones en sus redes conocidas como La Coya por el Mundo, Ismael documentó su travesía hacia el sur del país a bordo de su auto modelo 80, sin calefacción y con un clima que recrudeció con el pasar de los días.

 

El joven salteño partió el 24 de abril encarando por la famosa Ruta 40 con la idea de llegar al sur sobre este camino. Sin embargo, el frío obligó a que cambiara de idea y se alejara de la cordillera combinando la ruta 26 y luego la 3 para llegar hasta Tierra del Fuego. Aunque el camino no fue tan simple como suena.

 

En el medio, Ismael tuvo que sortear varias averías en el vehículo, a pesar de haberlo acondicionado para viajar tremenda distancia, y por si fuera poco él dormía dentro del Renault 12, en una bolsa de dormir que no era para bajas temperaturas y un acolchado.

Rememorando aquellos días de viaje, al joven salteño se le esboza una sonrisa porque no puede creer la situación en la que estuvo y manifestó que el frío fue lo más difícil de la travesía, porque no esperaba que helara tanto. "Por lo general las heladas comienzan a mediados de junio, pero esta vez tocó a finales abril. Llegué a estar a -11°C. Ese día no lo filmé porque no podía ni pensar, fue horrible. Encima estaba en un lugar donde no había nadie y esa noche no dormí porque tenía miedo de no levantarme", relató.

Pero así como la vida tiene sus altos y bajos, Ismael entiende que la aventura también tiene sus momentos buenos y malos, y justamente eso es lo que lo hace emocionante. "Uno cuando va a hacer trekking o escalar el Everest, sabe que van a haber momentos en los que no la vas a pasar bien. Había gente que me decía que no iba a llegar, pero para mi esto fue un cable a tierra. Fue duro pero valió la pena", manifestó Ismael.

La fortaleza mental y el apoyo

Para Alí esta no fue una aventura más para sus seguidores, ya que confiesa que le sirvió para crecer y fortalecerse desde lo mental, por las cosas que le decían antes de que emprenda el viaje y por lo que sucedió en ruta. "Los primeros 15 días sentía dudas, me preguntaba a mi mismo qué estaba haciendo o si valía la pena. Pero luego me empecé a acostumbrar, cambié de actitud ante las dificultades y eso me alegra mucho porque es lo que salí a buscar", explicó.

Y agregó: "Me di cuenta que la gente fuerte se hace, uno no nace con la fortaleza. Yo tenía muchas inseguridades sobre este viaje por lo que me decían que no iba a aguantar. Aparte era bastante cómodo con el tema de la comida, la cama, dos duchas por día, la ropa limpia. Y de repente me vi durmiendo en el auto, solo tres días dormí en una cama en ese tiempo".

 

Ismael también relató que el apoyo de su familia fue fundamental para seguir adelante, ya que las llamadas de su señora, su hija y sus padres le deban ánimos en los tramos duros del viaje, pero confiesa que a veces no decía dónde o cómo iba a dormir para que no se preocupen

La fortaleza adquirida por el joven salteño se vio en una situación que vivió cuando llegó a Tierra del Fuego, provincia a la que accedió en ferry pero no dejaron que circule por no contar con las cubiertas siliconadas o con clavos exigidas en una reciente reglamentación.

"Tuve que gastar más de 100 mil pesos para poder cruzar en el ferry desde la parte chilena, llenar papelerío y todo para que no me dejen pasar. No pude llegar a Ushuaia pero no dejé que eso me arruine el viaje", expresó. 

Los costos a lo largo del país

Consultado sobre el total de dinero que tuvo que invertir en esta aventura, Ismael asegura que gastó más de dos millones de pesos y que a medida que avanzaba, más caras le salían las cosas. "Podría decir que hay un país de Buenos Aires para arriba y otra de Buenos Aires para abajo. No solo el combustible me salió más caro llegando al sur, sino que tampoco hay GNC así que tuve que andar a nafta ese tramo del país. Además, no solo es la nafta sino también la comida, ropa y demás está más caro que en otros lados. Y eso que no estaba gastando en alojamiento, sino capaz que el presupuesta se me iba por las nubes", manifestó.

Alí trabaja de forma particular como profesional de marketing con distintos clientes, pero además encontró en las redes sociales una forma de combinar su vida cotidiana con la aventura de viajar. "Hace cinco años no pensaba que se iba a poder vivir de esto, pero hace un año y pico que vengo sosteniéndome con la creación de contenido", explicó.

Foto: Pablo Yapura

En su viaje anterior, Ismael tuvo la mala fortuna de que la Citroneta en la que viajaba se averió y tuvo que dejarla en Córdoba por lo costoso que iba a salir arreglarla. Pero no solo eso, sino que también se le rompió su PC portátil, un celular y una cámara GoPro, por lo que su viaje al sur fue registrado con lo mínimo que logró conseguir y editado en una computadora de escritorio.

El espíritu viajero

Alí relató que el inicio de este espíritu viajero y aventurero surgió en 2018, cuando se animó a cambiar radicalmente su vida y se fue a recorrer Sudamérica con su mujer e hija. En esta primera aventura, recorrieron casi 30.000 kilómetros recorriendo Brasil, Paraguay, Argentina y parte de Chile.

En este viaje también nació el canal de Youtube bautizado como La Coya por el mundo, en honor al local de empanadas perteneciente a la familia de Alí y porque además bancaron esta travesía con la venta de esta comida en diferentes países. 

Foto: Pablo Yapura

Luego, Ismael tuvo un viaje trunco en su Citroneta que quedó varada en Córdoba y ahora el último viaje en el Renault 12.

Consultado sobre una próxima aventura, Alí aseguró que tiene pensado viajar nuevamente al sur en el Renault 12 porque tiene una propuesta laboral en Río Gallegos. Pero que si eso no resulta, quiere viajar al Machu Picchu porque además surgieron un par de sponsors interesados en acompañar sus aventuras.

 

 

 

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